Cuatro contra una
Fecha: 28/05/2023,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
Estaba llena de semen y recostada a kilómetros de casa y aunque no sabía porque acepté eso, solo sabía que tenía que irme antes de que regresaran a sesearse más.
¡Pero como terminé cogida y llena de semen en ese taller, pues se los voy a contar!
Regresaba a la Ciudad de México después de un evento en Guanajuato, iba todo bien, ¡pero de repente cruzando la última caseta mi carro empezó a fallar! Me moleste mucho ya que según lo habían checado en Guanajuato y me dieron atole, pero bueno, decidí caminar un poco ya que me había alejado muchísimo de la caseta, ¡mi suerte no podría ser peor cuando vi mi celular sin pila! Caminé una buena distancia hasta que vi un letrero que decía que el pueblo estaba muy cerca, corrí un poco y es que mi ropa no me dejaba hacerlo, unas zapatillas, pantalón de vestir entalladísimo y mi saco que debajo tenía una blusa blanca escotadísima, la verdad no pensé que no eran formas de vestir y menos en un pueblo desconocido, ¡pero necesitaba mi carro!
¡Finalmente llegué al dichoso pueblo y luego de caminar por algunas calles encontré un taller mecánico!
Me acerque temerosa, pero necesitaba ayuda así que toque la puerta y vi a cuatro hombres, pero no como el típico cliché de pueblerino que manejan en mi país, eran tipos educados incluso su vestimenta era buena, tenían uniforme y no ropas llenas de grasa –en que le podemos ayudar señorita –me dijo el mayor de ellos, un señor con cabellos canosos y de buena forma de vestir, al verlo tuve ...
... confianza –mi carro se quedó parado, está a unos 15 minutos de aquí”.
El señor amablemente llamo a uno de sus muchachos de nombre Jeremías y le ordeno que me acompañara hasta el lugar y compusiera mi carro, eso me dio mucha alegría, subimos a una camioneta y llegamos hasta donde estaba mi carro.
Después de darle una revisada y tratar de echarlo andar, me dijo que estaba mal del motor y tenía que llevarlo hasta su taller, ¡no me quedo de otra más que regresar mientras el arrastraba mi carro con la mini grúa de atrás!
Llegando al taller me invitaron a sentarme y me regalaron una botella de agua, la desesperación me invadía, ya quería que acabaran, pero nada mas no, de pronto vi como empezaron a beber unas cervezas y platicar entre ellos, no dejaban de mirarme, me sonreían degeneradamente, yo sonreí apara ser cortes, ¡de pronto el señor de pelo cano se acercó a mi empezamos a conversar!
G: ¿Y cómo una hermosa mujer como tu anda sola por la carretera?
L: Jajá, gracia por lo de hermosa, ¡es que vengo de un expo en Celaya!
G: Mi nombre es Gabriel, soy el dueño de este taller, ellos son Jeremías, Leo y Tomas, ¡para que no tengas ningún miedo!
L: ¡No tengo miedo, solo prisa jajá!
G: ¿Gustas una cerveza?
L: Pues no quisiera, pero estoy estresada, ¡está bien!
Me ofreció una de lata, yo la tome desesperadamente, él sonrió y me dio otra, esa la tome más despacio y empecé a relajarme, mientras mi carro quedaba don Gabriel me hacia la plática, honestamente me hacía ...