1. De cómo me dejé enfiestar


    Fecha: 28/05/2023, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Karina026, Fuente: CuentoRelatos

    ... más que por su tamaño, pero entraba y salían perfectamente gracias a su saliva.
    
    E- Te gustan mis dedos?
    
    V-Si.
    
    E-Los sentís moverse?
    
    V-Aha.
    
    E-Te penetraron a la vez por ambos lados?
    
    V-No… mmmh.
    
    A-Te gustaría.
    
    E-Probamos?
    
    V-No sé.
    
    E-Animate, te va a encantar.
    
    Ariel sin salirse de mi interior, fue moviéndose sobre el sofá hasta quedar acostado perfectamente en él, y yo arrodillado sobre él, con la tremenda polla en mi interior. El me tomo de la cintura y me agacho completamente, y comenzamos a besarnos en la boca, y a movernos otra vez. Y en breves instantes nuevamente me estaba cogiendo terriblemente bien. A Eva la perdí de vista un rato, hasta que la sentí volver del cuarto, y sentándose bien sobre el otro lado del sofá otra vez hundió su lengua en mí, y así su saliva me lubrico de nuevo.
    
    Ariel poco a poco fue disminuyendo sus embestidas, aflojando el ritmo, y abrazándome fuertemente, se dedicó a besarme en la boca.
    
    G-Que linda nena se están cogiendo. Los envidio.
    
    Puse mi cabeza de lado y pude ver la pantalla, ya el gallego tenía el slip otra vez en su lugar, seguramente ya habría acabado, y mientras lo pensaba sentí un frío sobre mi cola, Eva estaba untando una crema sobre mi ano, esparciéndola bien aún sobre mi interior. Mi cabeza empezó a girar a mil, que me iba a hacer, y tras unos segundo creí sentir que hasta ahí había llegado.
    
    V-Eva no. Qué es?
    
    A-Tranquila amor, es placer.
    
    V-No, no sé, mejor no.
    
    A-Tranquila Vero, ...
    ... Eva te va a hacer la cola muy suavecito.
    
    V-No sé, no.
    
    Y antes de decir un no convincente, ella ya estaba arrodillada a mis espaldas, mi cuerpo estaba bien agachado y sujetado por Ariel, y con mis piernas bien abiertas por el pene de él, ella apoyando un consolador en mi ano dio una pequeña embestida metiéndome bien adentro tan solo la punta del mismo, desgarrándome de dolor, sentí un calor recorrerme todo la cola, y pegue un grito, uno solo de sorpresa y después intente aguantar. El consolador que después vi era de color negro y estaba sujetado a una maya que ella llevaba puesta poco a poco comenzó a penetrarme más, y pese a estar muy lubricado, el dolor era fuerte y lágrimas me caían de los ojos. Ariel al darse cuenta me tomo del rostro y me beso en la boca, y poco a poco empezó a moverse mientras Eva se quedaba bien quietita. Yo sentía ambas adentro, pero sabía que de Eva tan solo tenía la punta en mi cola, pero Ariel pronto recupero el ritmo, y yo iba y venía y Eva muy despacio fue metiéndome el pedazo de plástico más adentro, y así fue que poco a poco me fui acostumbrando y ese calor inicial que causaba gran dolor se transformó en un dolor placentero, y tras un largo rato ya tenía el pene falso bien al fondo de mi cola y créanme que el placer era intenso e inenarrable. Eva ya estaba apoyada sobre mi espalda clavándome sus senos, esperando el momento adecuado para empezar a moverse ella también ya que el único que estaba entrando y saliendo era él. Pero con cada ...
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