De cómo me dejé enfiestar
Fecha: 28/05/2023,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Karina026, Fuente: CuentoRelatos
... terrible cogida comencé a perder el control de mi cuerpo, mis piernas y brazos se aflojaron y un calor increíble me invadió por completo, no solo mis genitales, lo sentía en todo mi cuerpo. Mis gemidos eran constantes, y no podía contenerlos, de la excitación no me alcanzaba respirar por la nariz y siempre tenía abierta la boca, dando terribles suspiros. Poco a poco comencé a sentir la llegada del orgasmo, el goce se incrementaba minuto a minuto, mi respiración continuaba acelerándose cada vez que mis nalgas llegaban bien abajo y enterraban la polla en mi.
Dentro mío cada una se movía independientemente, sentía el pene de Eva llegar al fondo y empujar hacía ella, pero el de Ariel al tocar fondo me desgarraba el centro mismo del cuerpo me sensibilizaba toda por completo, y así con cada embestida de ellos fui alcanzando el punto más alto de la noche, y tras dejarme caer bien alto, hundiéndolas bien dentro de mi una vez más logre llegar, primero pegando un precioso gemido de excitación, tras el cual mis ojos se llenaron de algunas lágrimas intensas, y mi cuerpo comenzó a sentir convulsiones de placer, había acabado en un inmenso orgasmo con el cual me moje toda por dentro. Ellos realizaban sus movimientos mas levemente y Eva saco el pedazo de mi vagina y se paró ante mi, mostrándome el consolador todo lubricado y sobre el plástico negro había acabado.
Ariel, siguió cogiéndome despacio por poco tiempo, él también estaba cerca, y tras dejarme disfrutar mi orgasmo unos ...
... segundos comenzó a aumentar el ritmo, y tras unos pocos instantes, me levanto con sus manos dejándome sentada en el sillón, se levantó bruscamente y tomándose el pene con la mano lo llevo directo a mi boca y comenzó a masturbarse dejando la cabeza roja del mismo entre mis labios. Él se paró entre mis piernas abiertas y se sacudía su pene intensamente, arrastrando su piel de adelante para atrás y viceversa, y la misma se deslizaba perfectamente gracias a mi saliva. Su mano se movía lo más rápido que él podía, y yo tomándolo de las piernas con mis manos me dedicaba a relajarme y a pasar mi lengua sobre toda la cabeza de la polla.
Terrible paja se estaba pegando que no me dejaba tomarle el miembro con la mano y solo podía acariciarle los genitales por abajo. Su mano iba y venía y terminaba golpeando mis labios, su otra mano me tomaba de la nuca, y Eva sentada a mi lado me acariciaba las piernas y miraba.
El comenzó a retorcerse de placer, y mientras su mano se deslizaba a mil por hora, con la lengua y mis labios evitaba que la polla saliera de mi boca, y después de algunos manotazos más sentí un calor inmenso dentro de la boca, sobre mis encías y en instantes mi boca se llenó de leche, y el la aparto unos centímetros de mis labios, y esta comenzó a lanzar su semen sobre mi rostro. El primero que vi nuevamente dio de lleno dentro de mi boca abierta, sobre mi ya blanca lengua, pero más seguía saliendo y sobre mis ojos pegaron sus siguientes chorros de semen, el cual comenzó a ...