1. De cómo me dejé enfiestar


    Fecha: 28/05/2023, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Karina026, Fuente: CuentoRelatos

    ... su vaso vacío sobre la mesa grande.
    
    G- Vero?
    
    V- Si, he bajado a tomar la leche hasta el final, ok, contento.
    
    Eva bajo la intensidad de la lámpara supongo que al mínimo, bajo el volumen del televisor aún más y se sentó nuevamente en el suelo pero más cerca de las piernas de Ariel (que estaba entre ambas) apoyando sus brazos sobre ellas.
    
    G- No te enojes. Dime que estas sintiendo al verme. Que sensaciones te causa lo que ves?
    
    V- No sé es raro. Otro día hubiese salido corriendo.
    
    G- Te excita un poco?
    
    V- no sé si esa es la palabra.
    
    G- Tal vez no te excite por la distancia? Si pudieras verlo más de cerca tal vez sería otra cosa?
    
    V-Tal vez.
    
    Y mientras le contestaba al gallego, gire mi cabeza al ver a Eva moverse. Se estaba poniendo de rodillas y apoyando su cuerpo contra el cojín del sofá y al ver mejor observe que ya tenía el extremo de los dedos de su mano dentro del pantalón de Ariel.
    
    Terrible sorpresa me invadió, y comencé a pensar en mi reacción, pero nunca supe que hacer así que solo me moví un poquito para el otro lado y gire mi cuerpo para ver mejor.
    
    Eva estaba arrodillada y de costado y ahora apoyaba su cabeza sobre el cuerpo recostado de Ariel, y me miraba a los ojos. Yo seguía sin saber cómo reaccionar, Ariel tenía la cabeza contra el respaldo y miraba el techo seguro evitando mirarme, temiendo a mi reacción, o tal vez para no asustarme. Eva si me miro esperando mi reacción, la cual no llego, creo que esperaba mi consentimiento, y al ...
    ... no obtener nada de mi cerro los ojos y termino de hundir su mano dentro del pantalón.
    
    En unos segundos podía ver como su mano se movía bajo la tela, y el silencio era absoluto. Ariel dejo la mano que estaba de mi lado quieta junto a su pierna, y con la otra comenzó a acariciar el pelo lacio de Eva, acomodándolo suavemente mientras ella permanecía con los ojos cerrados. Ambos se estaban acariciando, y yo tan solo a menos de un metro mirando.
    
    Eva por fin abrió los ojos, pero su mirada ya era distinta, sus ojos se cruzaron con los míos, y note que ya no era una mirada de consentimiento, sino que ya estaba decidida a seguir adelante.
    
    Mi boca seguía abierta y mis ojos no se apartaban de ella que ya no me miraba a mí sino al pantalón de su novio.
    
    Su cabeza estaba sobre los abdominales de él, y su mano seguía moviéndose. Su mirada era hacía abajo, hacía dentro del pantalón que estaba a centímetros de su rostro. Ella seguro ya había levantado el boxer y podía verlo. Seguía agitando su mano, y en unos instantes comencé a ver algo asomarse.
    
    De su pene ya podía observarse la punta y Eva con su mirada clavada en ello, separo tan solo un poco los labios y acerco su boca haciendo que lo perdiera de vista. Ella lentamente comenzó a mover su cabeza de arriba hacia abajo, y cada vez más velozmente, al tiempo que deslizaba el pantalón hacía abajo.
    
    Yo estaba atónita y ahora excitada. Pero no podía emitir sonido alguno y solo miraba desde la alfombra. Y el gallego comenzó a ...
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