1. Mi aventura en Estambul


    Fecha: 29/05/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Carmen España, Fuente: CuentoRelatos

    ... esa situación mi amante solo se limitaba a disfrutar clavándome constantemente la verga hasta el fondo acompañando sus embestidas con suaves gemidos y una respiración profunda. Pausadamente comenzó a besarme la oreja, luego a chupar y lamerme el cuello para finalmente besarme en la boca. Tenía un bigote frondoso pero muy suave. Sus labios eran anchos y me metía la lengua hasta la garganta.
    
    Disfruté de sus besos y hasta de las babas que dejaba en mi cara y cuello Disfruté de sus gemidos, de su profunda respiración, de sus manos alrededor de mi cuello, de su peludo y fornido cuerpo frotándose sobre el mío para ayudar a sus potentes embestidas.
    
    Su verga no paraba de retozar dentro de mi palpitante y lubricado coño. En un momento dado hundió hasta el fondo aquella dura tranca y, acompañado de unos penetrantes gemidos en mi oreja, comencé a sentir sus contracciones. Su verga no paraba de palpitar haciendo estremecer mis paredes vaginales con sus continuas contracciones. “Sentí” cómo sus brazos se afianzaron fuertemente alrededor del cuello mientras su dura verga no paraba de evacuar semen en mi útero.
    
    Sus gemidos se convirtieron en una bella melodía que acompañaba aquella espectacular corrida. Todo su cuerpo vibraba y hacía vibrar el mío. Cuando terminó de correrse, “sentí” la quietud de su cuerpo. “Sentí” los latidos de su corazón sobre mi piel. Sus respiraciones fueron siendo más calmadas y pausadas. Sus labios comenzaron a besarme apaciblemente mientras sus brazos se ...
    ... separaban de mi nuca a la vez que sacaba la verga de mi sumiso coño. Se levantó y así como entró, salió de la habitación.
    
    Nuevamente quedé sola, pero esta vez recordando todas y cada una de las “sensaciones” que acababa de experimentar. En un momento dado, alguien entró y se limitó a limpiarme el coño con una toalla. Luego salió y cerró la puerta.
    
    Después de un rato, alguien entró y cerró la puerta. Esta vez le sentí situarse entre mis piernas y sin preámbulo alguno, comenzó a meterme la verga a la vez que posaba su cuerpo encima del mío. Era más menudo que mi anterior amante. Tenía menos vello corporal pero sudaba bastante. Cuando me tenía bien ensartada, sus manos fuertemente me sujetaron del cabello para a besarme justo cuando su cuerpo comenzó a moverse para acompañar sus penetraciones.
    
    Me estuvo follando un buen rato y no paraba de besarme, solo escuchaba su fuerte respiración nasal. “Sentía” su cuerpo moverse encima del mío, “sentía” su verga bullirse dentro de mí. “Sentía” cada una de sus embestidas impulsadas por el peso de su cuerpo “Sentía” cómo me clavaba su dura tranca hasta el fondo impulsado por su pelvis.
    
    Su cuerpo se revolvía sin parar sobre mi inmóvil cuerpo. Realmente “sentir” esa otra manera de ser poseída, esa otra sensibilidad en un hombre al que tampoco podía acariciar ni tocar, era demencial.
    
    No pude contenerme y tuve un tremendo orgasmo. Intenté gemir pero estando mi boca atrapada entre los labios de mi nuevo amante, debilitó mis gemidos. ...