1. Taxi


    Fecha: 31/05/2023, Categorías: Hetero Autor: Hansberville, Fuente: CuentoRelatos

    ... mujer acabó en un espectacular skirting que terminó por mancharlo todo:
    
    -Joder cabrón, qué comida de coño me has dado.
    
    -¿Te pone muy perra que nos vean?
    
    -Uf, saca lo peor de mi.
    
    Mario se sentó en el centro del asiento trasero y colocó a su mujer encima de él dándole la espalda. La penetró sin esfuerzo dado lo lubricado que tenía la vagina recién corrida. Tere echó su cuerpo hacia atrás y giró la cabeza buscando la cabeza de su marido que la besó. Con su espalda arqueada, le ofrecía al joven taxista una maravillosa visión de su cuerpo desnudo.
    
    Sus tetas de un buen tamaño desafiaban a la gravedad. Sus pezones erectos apuntaban hacia el techo en medio de unas grandes aureolas de color marrón claro muy apetecibles. Su abdomen, definido por horas de gimnasio, precedían a un monte de Venus cubierto por una espesa mata de rizos negros, que se abrían al paso del pene erecto de Mario. Las manos de éste se agarraban al cuerpo de su mujer subiéndolo y bajándolo sobre su poderoso miembro.
    
    Ella comenzó a gemir cuando incorporó su cuerpo apoyándose entre los asientos traseros. El joven taxista estuvo tentado a meter las manos y agarrarle las tetas pero en vez de eso aceleró el ...
    ... movimiento masturbatorios sobre su polla.
    
    Mario alargó una de sus manos para pellizcar uno de los pezones de su mujer que miraba lasciva la paja que se hacía el desconocido conductor. El hombre bufaba con cada pollazo que dirigía al coño de su mujer. Le dio un nalgazo antes de introducirle un dedo en el ano, cosa que Teresa hizo saber al taxista:
    
    -Joder, me está metiendo un dedo en el culo.
    
    Ella comenzó a mover un dedo de su mano derecha sobre su palpitante clítoris, sintiendo como la poderosa polla de su marido percutía casi en el cuello de su útero y su ano se abría al paso del dedo de él.
    
    Con un grito, Mario se corrió abundantemente en el coño de su mujer. Ella hizo lo propio, acelerando el dedo sobre su pipa, cuando se sintió inundada por el semen caliente de su marido. Pero terminó de cumplir su fantasía cuando el taxista, excitado de manera incontrolada, se corrió frente a ella manchando con su lefa sus tetas y su preciosa cara de madura viciosa.
    
    Después de unos minutos de necesario relax, cigarro incluido, el matrimonio se comenzó a vestir. Aunque Tere no se limpió los restos de la corrida del taxista. El semen de aquel desconocido corría por su cara y sus tetas. 
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