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Caro y Edu
Fecha: 02/06/2023, Categorías: Infidelidad Autor: juliomarkov, Fuente: CuentoRelatos
... en su trabajo. Cae la tarde. Caro ha quedado con sus amigas para ir al cine. Le ha llevado más de una hora de preparación pero al fin está lista para salir. Edu la despide –él trajo trabajo a casa y estará entretenido mientras ella disfruta de la película–, la observa cuando se marcha y piensa que está radiante, que esos jeans excesivamente ceñidos le hacen un culazo monumental. También piensa que quizá está demasiado provocativa para una salida con amigas: los hombres la mirarán con deseo. Lejos de molestarlo esto lo excita; tanto que decide postergar su trabajo y dedicar el tiempo en soledad a masturbarse fuerte imaginando decenas de ojos hambrientos devorando a su bella novia con la mirada. Y eso que no ha visto la tanga mínima que Caro lleva enterrada en el culo: tan pequeña que parece que no llevara nada. Y la verdad es que Edu nunca ha visto esa tanga porque ha sido un regalo de Martín; y no es casualidad que justo esa noche ella haga estreno de ese ínfimo pedacito de tela metido en la cola. Ella marcha a la cita y sus nalgas rebotan a cada paso y se estremecen previendo lo que les espera, y se devoran la minúscula braguita como en un rato se devorarán la tremenda pija de Martín; porque esta noche no habrá ni amigas ni cine, sólo Martín y su pija gorda y hermosa. Martín recibe a Caro en su apartamento; le pregunta qué película quiere ver; ella sonríe ante la desfachatez de su donjuán y lo aprisiona con sus brazos dejándole bien en claro que no permitirá ...
... dilaciones. Un beso enciende la lujuria; nada de sutilezas ni de ternuras: los arrechos amantes se comen la boca con exaltación animal. La fricción apasionada de sus lenguas ardientes se siente deliciosa y quema. Cuatro manos vuelan en desordenada coreografía magreando la agitada carne. Las bocas no se quieren separar, las lenguas no quieren dejan de acariciarse, quieren que ese beso salvaje dure para siempre. A pesar del húmedo albedrío, los amantes se separan: saben que viene lo mejor. Se miran como atravesándose. Ella se muerde el labio, da media vuelta y camina de espaldas a él alejándose unos pasos, lo hace de manera muy sensual; él le cachetea el culo; ella inclina su torso hacia adelante arqueando ligeramente su espalda y lentamente comienza a bajarse sus apretados jeans. No le resulta fácil: los lleva tan ajustados a su cuerpo que para que cedan debe aplicar una fuerza considerable, igual a la que hizo para calzárselos. Entonces cincha hacia abajo del lado izquierdo de su cintura: el pantalón cede unos centímetros de ese costado; luego tironea del lado derecho y ambos lados se nivelan; repite una y otra vez la maniobra imprimiendo cada vez más velocidad hasta que su redondo y voluminoso culo amanece ante los ojos desorbitados del excitado varón. El tremendo orto de Caro queda al descubierto con la tanguita incrustada dentro, casi invisible de tan pequeña que es. Ella se siente muy putita; él se deshace en piropos en honor a esas aceradas nalgas, se arrodilla ante ellas ...