El Técnico - Relatos Eróticos

El Técnico

... sudor. La visión de aquella enorme barriga, con buena parte del pecho y sus cuatro pelos perdidos entre sus más que carnosas tetas, electrizó mi cuerpo e hizo que mi polla despertara incomodándose entre la tela de mi bañador. Desembaló el router, un cable, las conexiones... le dejé trabajando en el despacho y me fui a la cocina. Ya con el café en la mano y mientras me dirigía al despacho le oí: • ¿Puedo encender el ordenador verdad? Tengo que configurar la conexión y dar de alta la instalación. • Por mí no hay problema, pero tendrá que averiguar antes la razón por la que se apagó. Sin pensarlo dos veces se tiró de rodilla bajo la mesa y empezó a comprobar todas las conexiones. Volvió a enseñarme la “hucha” pero esta vez los pantalones y calzoncillos dejaron ver bastante más; más que una hucha parecía un aparcamiento de bici. • Pruebe a encenderlo. Parece que con el ir y venir de los cables se soltó el enchufe, ya lo he puesto bien. Me senté en el sillón y me aproximé al ordenador. Tener a ese tiarrón entre las piernas bajo la mesa me hizo estremecer. El ordenador se encendió. Él se levantó, se recolocó como pudo el pantalón y se recompuso un poco. Le dejé libre el asiento para que pudiera trabajar en el ordenador. • Ahora si que acabamos, un par de comprobaciones, unas llamadas a la central y listo. • Bien, me alegro, apenas lleva un par de horas – ironicé. • Si, je, je, la verdad es que ha sido laborioso el pasar los cables, estos pisos antiguos es lo que tienen. Abrió el ...

... navegador y zas, a velocidad de fibra óptica, lo primero que apareció fue la página de inicio de mi blog. Todas las cartas sobre la mesa y a la vista de los jugadores. • Será mejor que abra una ventana nueva. Si aquí esta la página del servidor… a ver, clave de instalación, operación número…, bien esto va muy bien. Joder que rapidez, nunca me acostumbro a la velocidad que llega esto. • Si parece que va bien – su olor a sudor rancio, secado y remojado a lo largo de un día de trabajo que ya tocaba a su fin me estaba embriagando. • Ahora una llamada de comprobación – marcó un número – ¿Si? Oye soy yo comprueba este número y devuélveme la llamada, es lo único que me falta para terminar. En menos de un minuto, el teléfono sonó, ring, ring… • ¿Hola? Bien, si… perfecto, no ya no tengo ningún trabajo pendiente… vale, el lunes nos vemos… ¿Cómo? Ah, bien pues entonces hasta el martes no nos vemos. Que pases un buen fin de semana. Colgó el teléfono, cerró la ventana del servidor y dejó a la vista la página de inicio de mi blog, con un trasero de un esclavo bien rojo por los azotes. • Parece que hasta el lunes por la tarde no tengo trabajo, mejor. • Un buen fin de semana entonces ¿no? • Si, algo aburrido. Mis compañeros de piso se han ido todos con sus familiares y como yo estoy soltero, pues me quedo solo en casa. O atacaba pronto o perdía la oportunidad que se me brindaba. Mientras recogía sus herramientas y cables sobrantes, me fui a la cocina y serví un buen vaso de coca-cola con mucho ...