1. Cuerdas sobre mí


    Fecha: 04/06/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos

    ... baje un poco el pantalón solo para darle a conocer mi ropa interior.
    
    Luego como había visto en infinidad de películas me agaché con las piernas estiradas de la manera más sutil que pude hasta sacar las botas de mis pies, las aventé por el piso una por aquí y la otra por allá. Quedé descalza bajando algunos centímetros de mi estatura.
    
    Luego mis pantalones, solo faltaba el sujetador y mis bragas.
    
    Mis manos fueron a mi espalda, fácilmente lo desabroche y tapando mis senos con una mano le aventé el sujetador a mi profesor, que me miraba con la pupila dilatada.
    
    —Deja las bragas, y quita tus manos de tus senos.
    
    Así lo hice, deje a la vista mis grandes pechos su mirada era de aprobación y deseo, le gustaba lo que yo tenía para ofrecerle —de nuevo me hizo sentir hermosa con tan solo una mirada.
    
    Se levantó y tomó un par de copas sirvió un poco de vino tinto —no es mi favorito pero no lo negué.
    
    Dio un trago y se acercó para ofrecerme la otra copa.
    
    Tomó mi cabello, acarició por la nuca hundiendo sus dedos entre el, lo enredó en su mano y tiró fuerte, provocando que mi cabeza mirara sus ojos, casi tiré el contenido de mi copa.
    
    —Me gusta el orden mi niña -su tono era severo y firme-. Vas a juntar tu tiradero. Luego vas a doblar muy bien tu ropa y la pondrás detrás de la primera puerta a tu mano izquierda por el pasillo.
    
    Di un trago al contenido de mi copa y la vacíe de golpe, solo para inmediatamente ponerme a recoger mi tiradero.
    
    Mi profesor me ...
    ... miraba mientras buscaba en la cocina un tazón para las fresas.
    
    El cuarto no era distinto al resto del lugar, también era simple y ordenado a mano derecha una enorme ventana con una vista majestuosa a la bahía, al fondo una gran cama de sábanas de seda en color gris, con un buro negro a cada lado. Al pie de la cama un banco otomano forrado de un terciopelo color rojo sangre, era del mismo ancho de la cama, unas pequeñas repisas sobre la pared con más libros -tal vez los que estaba leyendo o los que más le han gustado.
    
    Un espejo gigante enfrente a la cama, del lado derecho solo un guardarropa.
    
    Tal como él me ordenó, deje mi ropa a un lado de la puerta. Puse con cuidado los botines, encima deje mi sujetador el cual tape con mi pantalón, por último acomode mi corsé y mi chamarra.
    
    Me quedé de pie sin saber bien qué hacer.
    
    En el cuarto había velas repartidas por todos lados, en el piso lo bastante retiradas de cualquier cosa que se pudiera encender, sobre el par de buros y en la repisa de la ventana.
    
    Mi profesor entró, me dio un cerillo y me ordenó prender todas las velas.
    
    Abrí los ojos, sería imposible prender cada una de esas velas solo con un cerillo.
    
    —¡Hazlo!
    
    Empuje con rabia el cerillo sobre la lija para encenderlo me di prisa cuidando que no se apagará, tomaba una vela y la prendí luego otra y otra más. Cuando iba por la cuarta el fuego ya estaba sobre mis dedos intente en vano conseguirlo pero tuve que aventar lo cuando el calor de la flama fue ...
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