Cuerdas sobre mí
Fecha: 04/06/2023,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos
... hasta mis senos, pude notar como el rosado de mis pezones se reflejaba en el vidrio casi como si fuera un espejo, casi como un capullo, mi mano se pegó aún más al frío vidrio buscando tocarlos, casi pude notar su textura y un escalofrío me puso la piel de gallina, ya no estaban rojos, pero no pude evitar sentir un agradable hormigueo en la parte baja de mi abdomen.
Aún estaban doloridos por las cuerdas que los aprisionaron hace algunas horas como su fueran parte de un regalo, nunca había llevado cuerdas en esa zona, nunca había llevado cuerdas en ninguna parte de mí cuerpo, sentí como mis labios palpitaban de nuevo al notar el placer que sentía cada que mi profesor daba un pequeño tirón, fue una experiencia nueva y excitante para mí, como todo lo que estaba viviendo con mi profesor Ford.
Mi dedo siguió su camino por mi cuerpo pase lentamente por mis cosillas tal como primero una suave pluma él lo había hecho, pero fueron sus dedos los que sentí como fuego viajando por esa zona.
Me detuve en el ombligo, ahí donde él se había detenido solo para depositar el más lento de sus besos provocando en mí un pequeño gemido.
Mi mano continuó, traté de aferrarme fuerte al reflejo de mis caderas como él lo hizo, roce suavemente mi trasero, aún dolía, pero extrañamente eso también me hizo sonreír -tal vez estoy loca-, busque las marcas de sus manos, pero estas ya no estaban, aun así yo las sentía sobre mi piel, el escozor que causó su mano firme y fuerte cayendo sobre mi ...
... trasero, la primer nalgada me provocó un pequeño grito de sorpresa, no la esperaba, pero la ame.
—¿Te gustó?
—¡Sí!
—Yo sé que si
Luego otra, otra y otra y varias más, hasta dejar mi culo rojo, alternaba cada nalga para azotarla y alternaba sus caricias con ellas, luego del escozor una suave caricia, creo que no podré sentarme mañana sin evitar recordarlo. Creo que esa era su intención. Creo que mi sonrisa vendrá cada vez que me siente.
Nunca pensé que unas nalgadas en el momento justo pudieran arrancarle un orgasmo a alguien, pero yo era prueba de que puede suceder. O tal vez fueran sus rítmicas y firmes embestidas combinadas con las nalgadas y sus susurros en mi oído lo que me lo provocaron, o tal vez el por fin estar entre sus brazos.
Sea como sea lo hicieron.
Vi como las polillas se empezaban a acumular abajo en la calle ya volaban alrededor de un farol justo frente a mí, eran atraídas por cientos hacia su luz. En ese momento yo me sitia así con Oswaldo, como una polilla atraída a su luz esperando no quemarse.
Deje de mirar mi reflejo ahora mi cuerpo ardía de nuevo, me gire y quede de frente a la cama, ahí estaba mi profesor, ahora mis ojos paseaban por su cuerpo tenía treinta y ocho años.
Él está en muy buena forma, su cabello empezaba a ponerse blanco en ciertas zonas lo que le daba un aspecto sexi, siempre llevaba el rostro rasurado impecablemente —en lo personal me muero por verlo con su barba un poco crecida.
Me encantaba perderme y ...