Follando en la playa
Fecha: 06/06/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Esta es la historia de cómo conocí, en una playa nudista de la Costa del Sol, en Málaga, España, a Almudena, una neurocirujana de 35 años, con un físico impresionante, y de cómo me la follé, allí mismo, en la playa nudista.
Yo mismo os contaré la historia de Almudena
En una playa nudista de la Costa del Sol, provincia de Málaga, España.
El verano ya se había acabado, pero, para ser casi mediados de octubre, aún hacía buen tiempo, por lo que decidí pasar la mañana en una de las playas nudistas de Málaga, para desconectar del trabajo, porque había tenido una semana laboral muy intensa.
Fui a una playa nudista, en la que apenas solía haber gente, pues, justamente, eso era lo que más me gustaba, ya que era el rincón ideal para poder estar solo, y tener tiempo para pensar.
Agarré el coche, salí de mi casa, y fui hasta la playa, aparqué, sin mucho problema, y me fui a la playa, de no muy fácil acceso.
Ese día, no había nadie más en la playa.
Al llegar, me quité la camiseta y el bañador, tipo slip, que llevaba, y me quedé en bolas.
Agarré un libro que me había llevado a la playa, para pasar el tiempo leyendo, era un libro de una autora de EEUU bastante conocida, que ha escrito muchos libros, y que me gusta mucho.
Lo de bañarme, lo iba a dejar, para más tarde.
Estuve un rato leyendo, hasta que apareció Almudena.
Sin duda, era una de las mujeres, más espectaculares que había visto en mi vida.
En torno a 1.70m, pelo rubio, largo y liso, nariz llena ...
... de pecas, cuerpo de gimnasio, con unos abdominales muy bien definidos y marcados, sin duda se cuidaba mucho, tetas, naturales, pero grandes, un bonito culo, en definitiva, casi un cuerpo 10...
Parecía algo mayor que yo, en torno a 35 años, pero muy bien llevados
Llevaba una camiseta negra, debajo un bikini negro, que le tapaba lo justo, y unas botas, tipo cowboy.
Almudena me saludó, y me preguntó si podía sentarse con la toalla, a mi lado, pues, al no haber nadie más, le gustaría gozar de mi compañía.
Yo le dije que sí, que no habría problema, así que, pude ver como Almudena, se empezaba a quitar el bikini negro que llevaba, y, se quedaba desnuda, dejando sus tetas, enormes y naturales, con piercings en ambos pezones, al aire, así como su coño, que también tenía un piercing, y que estaba sin un solo pelo, también al aire, se quedó igual de desnuda como estaba yo.
Mientras se iba desnudando, Almudena, aprovechó para presentarse; me dijo su nombre, y que era neurocirujana en un hospital de Málaga.
Una vez que se quedó desnuda, Almudena sacó un bote de crema para el sol, y me pidió si le podía poner la crema por el cuerpo, para no quemarse.
Yo, aproveché la oportunidad, y, accedí, por lo que, empecé a ponerle la crema, empezando por las piernas, después, la zona abdominal, y, por último, por su cara, en especial, su pecosa nariz.
Pensaba que ya había acabado, pero, Almudena me dijo:
“Oye, y las tetas y mi coño, ¿No se van a proteger?”
Saqué un poco ...