Sexo en el gym
Fecha: 08/06/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
... cuelgan.
Apoya mis piernas en sus hombros y enfila su enorme verga dentro de mí, siento como su cabeza va entrando y desplazando mis pliegues internos, me llena y algo más, creo que llega a mi útero porque nunca antes me habían cogido con una verga tan grande y musculosa.
L: ¡Ah, qué es esto?, dios!!
P: ¡Uhm, que rica vagina, uhm!
Se acerca a mí y me besa apasionadamente, siento lo áspero de su barba en mi cara y siento como su hermosa cabellera cae en cascada sobre nuestras caras unidas en un enlace de lenguas que no paran de buscarse.
Sus enormes manos me sujetan las nalgas, sus dedos recorren mi culito y con todo el sudor nuestras pieles brillan. Paolo me maraquea con gusto, entra y sale con lentitud y poco a poco va aumentando su ritmo.
Puedo ver nuestra imagen en el gran espejo en la pared y me siento putísima, la sensación de ser parte y espectador del acto sexual me excitan bárbaramente. Veo en el espejo como sus bellas nalgas se endurecen cada vez que me la mete duro, como los músculos de la espalda se contraen en su frenesí por cogerme duro.
Toda esta estimulación olores, sonidos, imágenes y sobre todo sensaciones en mi vagina hacen que mi orgasmo explote como estrellitas en mis ojos, los espasmos en mi vagina hacen eco en mi culito, me siento desfallecer.
L: ¡Dios mío, agh!!!
P: ¡Si, vamos, córrete!!
L: Espera, aun no, ¡hagámoslo en otra pose!!
P: ¡Ok nena, uhm!!!
A él le gusta la idea y me lleva al banco de pesas donde me manda a ...
... arrodillar dejando mi tarsero levantado y expuesto ante él.
Siento sus dedos introducirse en mi canal vaginal y su lengua jugar con mi culito, le digo que por ahí no y solo asiente para seguir dándome un luminoso beso negro.
Mi excitación comienza de nuevo a crecer, otra vez puedo ver en el espejo todos los movimientos de él y mi posición descarada para que me coja.
Paolo introduce su verga que parece estar creciendo cada vez más, uno mis rodillas para que mi vagina quede más estrecha y aprieto mis músculos vaginales.
P: ¡Ah, Lety, uhm!
L: ¡Ah, más, dame, más!!
P: ¡Que rico coño, aprieta de lujo!
L: Oh, bebe, ¡eres fantástico!
Él gruñe de placer, y puedo ver en el espejo como su cabellera revuelta la sacude al aire por el placer que siente, siento venir su eyaculación por el cambio en la velocidad de sus movimientos y yo también lo apuro, quiero acabar con él y me deleito con nuestra imagen en el espejo.
Me siento protagonista de una película pornográfica y me corro, esta vez no aguanto y suelto un grito de placer que en la soledad del gimnasio resuena como un trueno.
Paolo me sigue con igual intensidad y siento como su semen caliente me llena completamente, me maraquea un poco más como para asegurarse de que me ha vaciado hasta la última gota de su semen.
L: ¡Ah, que rico!!
P: Uf, nena, ¡ahí va!!!
La saca con un sonido como cuando destapas una botella de vino y siento su leche chorrearme por la orilla del muslo, todavía las estrellitas ...