Obil, el árabe
Fecha: 11/06/2023,
Categorías:
Sexo Interracial
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... reitero nuestra negativa a nadie de lejos, entre otras cosas porque conociendo a mi esposa, si sabe que viene desde tan lejos, seguro que aunque no sea el tipo de persona que estamos buscando, se sacrificaría para al menos pasar una noche en su hotel y no quiero eso, porque se trata de que sea a su gusto, que lo pase bien y se sienta satisfecha en toda la amplitud de la palabra.
Me cuesta convencerlo de que no es porque sea un poco más joven, sino que la distancia y el hecho de no poder conocerlo antes, nos corta y nos hace renunciar a ese tipo de encuentros. Me insiste y le digo que de verdad no es nuestra forma de hacer las cosas, que lo entienda pero que hay detalles que tienen que ser como decimos, porque somos los que proponemos el juego y en parte hay unas reglas que son las que nosotros marcamos. Al final lo entiende y me pide el correo, por si alguna vez viene de vacaciones al noroeste, poder conocernos, aunque no sea para nada más que tomar un café. Me parece una buena idea, pero le digo que desde luego, no haga planes para venir, entre otras cosas, porque no sabe en qué ciudad vivimos. Me dice que no, que es por si, por si algún día le coincide de venir pues le gustaría conocernos.
Llevaba ya unos cuantos días sin abrir el correo ni entrar en los chats para seguir buscando y una noche de sábado , que no habíamos salido, después de cenar y tomar un chupito de guinda casera, conecté el ordenador y abrí el correo de contactos y entre unos cuantos de esos de no ...
... sé cuantas páginas que te ofrecen de todo, hasta la contraseña de tu cuenta, jejejeje, había uno con un remite que me hizo suponer que era el chico de Tarrasa con el que había hablado hacía una semana. Efectivamente, era él, no recuerdo el nombre y no voy a buscar el correo para recordarlo, lo entendéis, ¿verdad?. Me decía que había encontrado la solución para mi problema, no tendría que seguir buscando. Conocía un hombre de unos 40 años, vivía en Galicia, no sabía muy bien donde estábamos nosotros, pero que con lo grande que era esto, no estaríamos muy lejos, además me decía la ciudad, en Santiago, eso nos dejaba bastante cerca. Me comentaba que era un comerciante, que tenía un bazar de cosas demedio oriente y que llevaba mucho tiempo en España, hablaba perfectamente el español y estaba ya arraigado, sus hijos y su mujer vivían en una ciudad cercana, no me supo decir donde, pero no en Compostela. Me pedía permiso para darle mi correo y que se pusiera en contacto con migo para que le explicara lo que buscaba y que su amigo nos explicaría a lo que estaba dispuesto. Me faltó tiempo para responderle que sí, que estaba de acuerdo que le diera mi dirección de correo electrónico para ponernos en contacto. Esperaba ese correo con ansia, pero sabía que tardaría algún tiempo. Esa noche follando con mi esposa le conté como estaban las cosas, los progresos hechos en la búsqueda y lo cerca que podía estar. Quedamos en que si de verdad teníamos la posibilidad de conocerlo, en uno de los ...