1. Obil, el árabe


    Fecha: 11/06/2023, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... viajes que hacía a Vigo parara en su bazar en Compostela y lo conociera. De esa forma ya tendríamos una opinión real de cómo sería este hombre. Se emocionó, se puso muy caliente, mientras follábamos y le contaba la de cosas que le podía hacer un moro. Fue un estupendo polvo, después de todo, la imaginación ya estaba funcionando, así que gracias a eso, ya estábamos disfrutando de algo que podría o no suceder, pero el morbo estaba servido.
    
    A la noche siguiente abrí el correo, esperaba encontrar algo nuevo, pero tampoco tenía un gran convencimiento, seguro que tardaría unos días en escribirnos. No fue así, había un correo que ponía como remitente Obil. Eso me hizo pensar que podía ser este hombre. Así fue, se presentaba con pocas palabras, tenía una tienda en Compostela, trabajaba hasta tarde muchas veces en la tienda, era casado, tenía dos hijos y vivía en las afueras de Compostela. Tenía 40 años y no tenía inconveniente en conocernos. Dejaba claro que no se desplazaría, eso tendríamos que hacerlo nosotros. Disponía de lugar, ya que en la tienda tenía una habitación preparada, por si alguna noche se le hacía tarde y se quedaba a dormir. Indicaba que si nos parecía correcto conocerlo le respondiera al mensaje y me indicaba la dirección y un teléfono para ponernos en contacto y acordar la fecha para vernos.
    
    Nuevamente le informo a Pili del correo y se sorprende lo mismo que yo de lo rápido que ha sido en la presentación. Le dije que ya le había respondido diciendo que ...
    ... pasaría yo a verlo, en un viaje a Vigo y le llevaría unas fotos de Pili para que la viera y se hiciera una idea de cómo era físicamente. Le pareció bien y entre los dos seleccionamos las cuatro fotos que iba a llevar. Por supuesto ninguna era desnuda del todo, pero si en tanga en la playa y las otras tres normales, de calle. A Pili no le gusta que se exhiban fotos de ella a terceros, por lo que le prometí que las llevaría pero las traería todas de vuelta, eran solo para enseñarle a Obil como era ella y pudiera decir si es su tipo o no.
    
    Dos días después tenía un correo de nuevo, en él me indicaba la dirección de la tienda, el mejor horario para ir a verlo y que hubiera poca gente y que estaba emocionado esperando ver esas fotos de Pili. Por lo que le había contado, que era muy poco, le parecía una mujer extraordinaria y que debía ser muy buena follando, porque una mujer que acepta ese juego tiene que ser muy buena en la cama y muy buena dando placer a los hombres y eso era algo que le ponía a cien, solo de pensar en una mujer así. No me respondía a muchas cosas que le preguntaba, solo me decía que el día que nos conociéramos le podría hacer todas las preguntas que quisiera, pero no le gustaba dar explicaciones de cosas personales por la red. Vete tú a saber quién puede leer estos mensajes, así que mejor vernos y te lo cuento, era su respuesta. Me pareció correcto, después de todo, esa misma semana pasaría por Compostela y haría que el viaje de vuelta coincidiera con las 3.30 de ...
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