Obil, el árabe
Fecha: 11/06/2023,
Categorías:
Sexo Interracial
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... la tarde, porque a esa hora, según Obil, apenas hay gente comprando. Es la hora de comer y tomar el café y los bazares están vacíos o con poca gente.
El jueves salí de casa muy temprano, más de lo habitual, quería estar en Vigo a las 9 de la mañana y poder estar de vuelta en Compostela a las 3.30 para ir a conocer este hombre y tener una charla con él para ver si coincidimos en lo que estamos buscando, si tiene o no experiencia, si tiene lugar de encuentro o tenemos que buscar hotel, en fin, aclarar todas las dudas que se pueda, pues Pili iba hacer muchas preguntas y quería tener respuesta a la mayor parte de ellas.
A la hora indicada estaba a la puerta del bazar, dudé unos segundos antes de entrar, no se veía nadie en toda la tienda, la puerta estaba abierta y parecía un gran supermercado de cachivaches, había de todo, porcelanas, vajillas, cristalerías, cojines de cuero de camello, bolsos, mochilas, especias, aceites, y gran variedad de comida. En fin, de todo un poco, pero lleno hasta el techo. Entré un poco nervioso, al cruzar la puerta uno de esos aparatos electrónico me detectó y se oyó un sonido como una campana, de entre las estanterías salió la figura de un hombre de unos 40 años, aproximadamente 1.85 metros y pasados los 80 kgs, era delgado pero se detectaba debajo de la camisa que llevaba, un cuerpo fibroso, cansado de mover cajas de un lado a otro o de reponer estantería. Nada más verlo le pregunté si era Obil, me dijo que si y me presenté diciendo que era ...
... Manuel, que había quedado en pasar por su tienda para conocernos y hablar. Me dijo que me estaba esperando, se fue hacia la puerta de entrada y la cerró con un pasador interior, dijo que como no había mucha gente, así no nos molestaría nadie mientras hablábamos. La conversación fue amena, mientras tomaba un vasito de té, y al que me había invitado y echaba un vistazo a las fotos que le había llevado para que se hiciera una idea de cómo era mi mujer, durante una media hora nos hicimos muchas preguntas y las fuimos respondiendo casi todas, quedaron pocas dudas, tanto por su parte como por la mía. Nos despedimos en la misma puerta, quedando en que nos pondríamos en contacto con él para, si Pili lo aceptaba, vernos una noche de viernes o sábado, aunque me insistió que mejor una noche de viernes, las de los sábados las dedicaba a su familia, preferentemente. Cuando ya estaba en la calle, como a unos 10 metros de la puerta, me llamó para decirme que las imágenes eran prometedoras, seguro que la realidad superaba mucho aquello que le había enseñado.
Esa misma noche Pili me hizo un montón de preguntas, tras hacerle una descripción de cómo era físicamente, quería saber cómo era de trato, si era educado, si se le veía limpio, si era muy brusco en los gestos y en el trato con la gente, si tenía una mirada agradable, si habíamos hablado de sus intimidades, en donde sería el encuentro, si pedía que fuera vestida de alguna forma determinada, como lo veía yo, si era un buen candidato, que ...