1. Confesion de un spankee


    Fecha: 17/06/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Mi nombre es Juani para mi mamá, es una señora estricta de los años 50 o 60 pero en nuestro tiempo, en pleno año 2014. Con ella la disciplina es importante y no duda en colocarme sobre sus rodillas y darme una buena azotaina en el culo, y ya no hablo de mis notas en el colegio, como traiga varios suspensos ya me puedo ir preparando al llegar a casa, porque la azotaina es de las que se tarda varios días en olvidar, sobre todo cada vez que me siento en una silla o sofá, me acuerdo claramente como me castigo. Aunque peor me fue el día que la llamaron del ayuntamiento de la ciudad, por una citación que llevo a casa la policía por incendiar un contenedor de la basura. La azotaina que recibí aun me duele el culo al recordarla, y el castigo que mi mamá me impuso. La verdad es que cuando me ponía sobre sus piernas, me levantaba la falda y me bajaba las bragas ese día me dejaba el culo más colorado que un tomate maduro. Pero disfrutaba sobremanera de sus azotainas, y me encantaba sentir su fuerte mano en mi trasero.
    
    Cuando mi vida spankee comenzó de verdad, fue al conocerla a ella una mujer de carácter, y que como spanker no tiene igual, al menos para mí. Soy un chico actualmente de cincuenta y tantos, y cuando mi historia empezó al conocerla, tendría los cuarenta y ocho años. Ya por entonces había tenido aventuras con spankers hombres, aunque no soy gay, y tampoco homosexual, pero eso no tiene nada que ver cuando tienes una fantasía, lo que tratas es de realizarla, buscando la ...
    ... persona que se identifique contigo. Qué más da que sea un papa severo, o si es una mamá severa eso es el no va más! Lo que se necesita es que la persona en cuestión, le guste tener una hija vestida con su camisa blanca de colegiala, una corta faldita ondulada, con bragas de algodón, y calcetines blancos hasta las rodillas. En mis aventuras con hombres como spankers, la verdad solamente encontré dos que realmente sabían tratarme como a su niña traviesa, y que me daban severas azotainas sobre sus rodillas. Con otros no tuve tanta fortuna, me daban la azotaina, pero siempre de manera breve y haciéndome desnudar, y claro si te hacen quitar el fetichismo que te gusta, que no es otro que llevar la faldita y mis bragas de cintura alta, pues me encanta que me den la azotaina por encima de mis bragas. si me las hacen quitar la magia desaparece, dejando de ser la chica traviesa, volviendo a la realidad siendo un hombre. Entonces por lógica no me gusta el juego, y ahí se acaba todo.
    
    Pero la fortuna llamo a mi puerta en un día espléndido para mí, como no podía ser de otra manera lógicamente. Una señora a la cual jamás se me habría ocurrido pensar en ella como mi spanker, la verdad que ello ni se me hubiera podido imaginar que sucediera. La conocía desde hacía años por redes sociales como Facebook u otras, habíamos hablado cientos de veces, pero solo sabía de ella, que compartíamos la afición por el spanking. Pero ella desconocía por completo la espinita que yo tenía clavada desde mi ...
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