1. Universitaria: Follando en los vestuarios.


    Fecha: 20/06/2023, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... la altura de su barbilla. -¿Pasa algo?- Le dije con un susurro temeroso. El puso su otra mano en mi culo, estrujando una de mis nalgas. -¿Qué haces?- Le dije retrocediendo un paso, pero aún con su mano sobre mi cuerpo. El no dijo nada, se acercó y con su otra mano rodeó mi cintura. No terminaba de lanzarse a mi boca, lo cual estaba deseando, pero en cierto modo eso le daba un toque.
    
    Su mano se deslizó de mi culo a mi coño y lentamente sus dedos recorrieron mi rajita a través del pelo, secando las ultimas gotas de agua que quedaban sobre mi entrepierna. Me estremecí abriendo la boca ligeramente y el acercó la suya. Podía sentir su aliento caliente en mis mejillas. Me miró a los ojos por un segundo, y poniendo su mano sobre mi cabeza hizo fuerza para obligarme a agacharme, hasta quedar de rodillas sobre el duro suelo de las duchas. Sentí como su mano derecha, con la que me había estado tocando el coño se alejaba de mi.
    
    No se hizo de rogar y con un par de tirones se bajó completamente los pantalones que cayeron al suelo con sus calzones. Tenia las piernas finas y las caderas anchas, y para coronar una polla bastante digna a media hasta. Se la agarró rápidamente, como avergonzado de que no estuviese del todo erecta y comenzó a pajearse a escasos centímetros de mi cara. Yo, en mi papel de corderito inocente, me reprimía para no lanzarme a chupársela.
    
    Sin embargo, la cara del muchacho seguía sin expresar ningún deseo, únicamente se fijaba en como masturbaba su polla, la ...
    ... cual iba meneando lentamente delante de mi cara. Le costaba, pero poco a poco podía apreciarse como iba creciendo en firmeza, hasta quedar totalmente erecta. La condujo con su mano agarrando la base hasta mi cara, por donde comenzó a restregarla. Primero por mis pómulos, pude notar su ardiente piel resbalando lentamente hasta mis labios, donde atinó un par de golpecitos. Yo le miraba sin decir nada, esperando a ver qué sucedería.
    
    Siguió masturbándose, ahora algo más rápido, pero sin especial entusiasmo, de forma desarraigada y rutinaria. Un par de veces rozó con su glande descubierto mi nariz y mis labios en el vaivén de la paja. Pase mi lengua por ellos para apreciar el sabor.
    
    Sentía la presión de mi cuerpo en las rodillas, que me estaba matando, y no sabría por cuanto tiempo se extendería esto, y al mismo tiempo el frio comenzaba a apoderarse de mi piel desnuda.
    
    El chico finalmente acercó su polla a mi boca, haciendo algo de fuerza para introducirla, pretendí hacer que me desagrada el acto, retrocediendo con la cabeza, pero me agarró del cuello para meterme la punta en mi boca. En cierto modo me daba morbo la situación.
    
    -Abre la boca.- Al fin hablo para expresar sus deseos, aunque seguía sin tener la más mínima pasión en su tono. Comenzaba a pensar que tendría algún tipo de problema para relacionase con la gente. Yo abrí la boca de par en par sacando la lengua fuera, como cuando te lo manda el otorrino.
    
    Apretó su glande contra mi lengua y después la introdujo ...
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