1. Pagando con sexo al viejo del restaurant


    Fecha: 21/06/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    ... pequeños.
    
    Miraba los signos físicos de mi excitación, así que yo también lo miré, pero mi mirada se fue inmediatamente a su pantalón, en el cual se podía ver un gran bulto en medio de sus piernas, ya no podía más, estaba demasiado caliente, mi vagina palpitaba como si mi corazón estuviera ahí y no en mi pecho, también chorreaban mis líquidos, por lo que mi tanga que era blanca, estaba muy mojada, y de tantos jugos, ya era transparente, y ¡mis pezones estaban duros y a punto de estallar debido a tanta excitación!
    
    Él se despojó solamente de la camisa, y yo empecé a caminar hacia atrás, hasta que mis nalgas chocaron con la mesa, el camino hacia mí, como no hice ningún movimiento, una de sus manos buscó el broche de mi brasear, lo jaló hacia él, levantó el pulgar y de inmediato se abrió el broche dejando libres mis hermosas, y bellísimas tetas, muy a mi pesar, me gustó sentir mis tetas totalmente desnudas a la vista de un hombre distinto a mi pareja, a la vista de un hombre que en pocos minutos me había calentado demasiado, y desde luego, en sus ojos podía ver que estaba extasiado admirándome, me quitó el brasear, lo hiso bolita, y lo dejo caer junto con mi demás ropa.
    
    Volvió a acariciármelas, despacio, suave, y podría decir que tiernamente, podía sentir las yemas de sus dedos recorriéndolas completamente, al principio quise resistirme levemente, pero luego de unos segundos, acepté sus manos con una naturaleza seguro producto de mi excitación, así empezó a jugar con ...
    ... ellas, moviéndolas entre sus manos en pequeños círculos, y apretándolas, pero suavemente, siguió tocándolas y recorriéndolas con sus dedos hasta llegar a mis pezones que estaban duros de tanta excitación que aquel tipo me había hecho sentir, lo único que hice fue serrar los ojos y seguir sintiendo como ese tipo me tocaba mis tetas!
    
    Poco a poco las iba abandonando para acariciar mi cintura, mi vientre, y por último mi espalda, yo aún mantenía mis piernas serradas, y el abrió las suyas para poderse pegar más a mí, y sentí como su pecho rozaba con mis tetas y con mis pezones, lo cual me hacía excitar más de lo que ya estaba, y me hacía volver a gemir.
    
    Me volvió a besar sin encontrar resistencia de mi parte, sus manos se habían detenido en mis nalgas, volviendo a acariciarlas, y a estrujarlas levemente, solo mi tanguita me cubría el cuerpo, yo estaba vencida ante ese hombre, ¡buscaba su lengua en ese beso que nos estábamos dando!
    
    G: Ahora te vas a venir conmigo, ¡en mi oficina será más cómodo hacerte el amor!
    
    Caminamos hasta las escaleras de las que él había bajado, Llegamos a una pequeña oficina con un escritorio, y un amplio sillón, y sin ventanas, todo este camino lo había realizado semi desnuda, llevando puestas tan sólo las zapatillas, y mi tanguita ya casi transparente.
    
    Dejó mi falda y mi blusa perfectamente dobladas en el escritorio, y mi brasear encima, mientras que yo caminaba al sillón, este era amplio, tenía una forma peculiar, era redondo, y al tacto la ...
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