1. El placer de la reina


    Fecha: 22/06/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... quedó desnudo con una erección entre las piernas. El se sentó en la cama, y yo me arrodillé. Masturbé su miembro con una mano, y metí su polla en mi boca, pero al intentar meterla toda sentí arcadas. Imité lo que suele hacer mi madre cuando tiene una polla en la boca. Saqué la polla de la boca, y usé mis pechos para pajear su miembro. Zendar agarró una jarra y vertió el agua sobre mis pechos. Yo continúe mientras intercalaba mis pechos, con chupadas a la polla. Sin avisar Zendar se corrió abundantemente sobre mis pechos. Entonces para que mejorase la situación, mi madre tocó a la puerta.
    
    Me levanté así tal como estaba, y abrí la puerta asomando solo la cabeza.
    
    –No estoy... disponible–Tinuviel entró igual, con puerta o sin puerta.
    
    –Le has pajeado con tus pechos, deja que te limpie
    
    Cerró la puerta, y con su propia lengua limpió todo el semen de mis pechos. Me dio unas palmaditas en la espalda y miró a Zendar desnudo en la cama. Me sentí extrañamente cachonda cuando mi madre me limpió el semen de mis pechos.
    
    –Veo que te estás divirtiendo.
    
    –Perdí una pelea y es lo justo.
    
    Me acerqué a mi madre lentamente, y la miré fijamente. Besé sus labios, a lo que ella respondió de igual forma. Me quité la ropa interior, quedándome desnuda ante ella. Llevé su mano a mi vagina, para que notase mi excitación. Ella me abrazó mientras me besaba con pasión en los labios. Y entonces la desnudé yo también, quedándose nuestros pechos rozandose. Me di la vuelta y vi a Zendar con ...
    ... la polla dura otra vez, disfrutando del espectáculo.
    
    –¿Quieres perder la virginidad?
    
    –Si, mamá.
    
    –Zendar, acuéstate en la cama.
    
    Mamá me llevó de la mano hasta la cama. Me dió un beso, y me animó a ponerme encima de él. Con un poco de miedo e inseguridad en el cuerpo, me senté encima de él, haciendo que su polla entrase dentro mía. Exhalé un gemido de dolor, pero no me detuve ahí. Al principio me dolía, pero ella estuvo ahí para animarme a seguir. En cierto punto el dolor dio paso al placer, permitiéndome gemir de gusto. Entonces se alejó de mí, y puso su coño en la cara de Zendar, haciendo que él le comiera el coño. Cuando sentí que llegaba, aceleré la cabalgada y sentí su semen dentro mía. Al mismo tiempo yo tuve un orgasmo, pero no me levanté. Mi madre siguió moviéndose encima de la boca que Zendar hasta que ella tuvo un orgasmo. Ambas nos acostamos a ambos lados de la cama, yo sonreí de gusto por el polvo que tuvimos.
    
    –Mi coño parece un bollo de crema–dije mirando mi vagina a la que se le escapaba semen.
    
    –Más tarde usas el hechizo para evitar un embarazo.
    
    –Yo os dejo, me habéis dejado seco.–dijo Zendar el cual se retiró
    
    –Ha sido mejor de lo que esperaba, hija mía.–la volví a besar
    
    –¿Esto no es incesto?
    
    –Eres tu la que me ha besado.
    
    Aquella noche no pude dormir. No podía parar de pensar en mi primer polvo. Me encantó y mi cuerpo pedía más. Necesitaba el sexo como el comer, me debatía entre mi madre y Zendar. No sólo me gustaba una persona del ...
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