Montada por mi jefe (Partes 1 y 2)
Fecha: 30/06/2023,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Ketty, Fuente: CuentoRelatos
... Cada día era diferente, ya la oficina no nos alcanzaba para nuestros encuentros que eran cada vez más candentes. El baño, los pasillos, el auto de lugar para darnos placer, estábamos arriesgándonos cada vez más a ser descubiertos, pero valía la pena el riesgo por cada segundo juntos.
Empezamos a probar nuevas experiencias, salíamos a tomar algo y nos tocábamos debajo de la mesa, me encantaba sentir su bulto creciendo y que no nos descubrieran, se bajaba como buscando algo perdido y me chupaba el clítoris, sentía que mi cara me delataba, solo el largo mantel impedía que lo vieran, íbamos a la playa y escogíamos un lugar donde estar más apartados y me subía encima bien cachonda para que me penetrara dentro del agua, en el viaje de regreso el auto era afrodisíaco, le hacía sexo oral mientras manejaba y trataba de mantener el control.
Le pedía que me cogiera por detrás, quería ser su puta, que me montara y me nalgueara, que me echara su leche caliente en el culo. Quería pertenecerle toda entera.
Mentíamos todo el tiempo para encontrarnos, no aguantábamos estar separados, el deseo y la atracción sexual era increíble, a tal punto que cuando me dejaba en casa en la noche, a expensas que mi marido nos viera me follaba en la entrada, escondidos detrás de un muro, como me ponía ardiendo esa situación, de las mejores cogidas que me han dado, esa mezcla de susto con excitación ...
... es adictiva. En cuatro y con verga adentro, tapándome la boca para que mis gemidos no los oyeran, me hacía venirme completa, me hacía suya, no tenia deseos de entrar y verle la cara a mi marido, y mucho menos que si estuviera despierto quisiera acción a esa hora, le inventaba cualquier excusa.
Ya yo tenía dueño, ya mi cuerpo era de ese hombre y él era mío también. Ya no había vuelta atrás. Era un paraíso sexual cuando estábamos juntos, los deseos eran incontrolables.
Pasó el tiempo y le llega a su mujer una nota anónima donde decía que él estaba engañándola, ella se puso histérica, lo amenazo con irse de la casa y llevarse a la niña y a partir de ahí empezaron las excusas, yo lo sacrificaba todo para vernos y el ese día no podía, debía cuidar a la niña, o era el cumple de su esposa, o simplemente estaba ocupado.
Ya cuando nos veíamos, era poco tiempo, era todo rápido, casi mecánico. No sé en qué momento la pasión cambio, se fue enfriando, él se fue alejando y yo de idiota no entendía, me había enamorado, o al menos eso creía, ya me había decidido y había dejado a mi esposo, total, ya no funcionábamos como pareja, para que seguir engañándolo. Claro, nunca dije que el motivo de la separación tenía nombre y apellidos.
Estaba sola, y aferrada a un hombre que claramente había tomando una decisión, mantener a su familia a toda costa. Estaba sobrando en esta historia.