1. Un ángel quiere coger


    Fecha: 22/07/2017, Categorías: Incesto Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    Sabía que nos caíamos muy bien ambos y que había cierta química sexual con esta chica que muchas veces llame Ángela y aunque es lo mismo, ella siempre me corregía que su nombre era Ángeles. Bueno, la realidad no teníamos mucha comunicación, pues ella es la esposa de un empleado que trabaja para la compañía de bienes raíces de mi hermana. Las pocas veces que la vi me pareció tan sensual y especialmente de cómo vestía, que honestamente se me antojó. Tiene una mirada que no sé cómo explicar y aunque su rostro no sea el más bello quizá, su aptitud de chica tímida, de ademanes de recatada me atraían, aunque en las fiestas que daba mi hermana ella siempre apareció con bonitos vestidos cortos que permitían en algo ver sus lindos muslos.
    
    A pesar de tener dos hijos y ella redondear los 33 años, tiene un cuerpo como si nunca hubiese parido, aunque sus pechos tienen un volumen espectacular que esos críos debieron deliciosamente haberse amamantados al igual que algunos que quizá pasaron a saborearlos antes a que fuese madre. Realmente se me antojaban al igual que ese trasero que exhibía y el día más oportuno que tuve, le hice saber mis intenciones, dado que su querido marido coqueteaba con otras chicas. Recuerdo su pregunta:
    
    - Sr. Zena, ¿usted sabe que soy casada?
    
    - Sí, pero no soy celoso. –le dije.
    
    Ángeles sonrió, pero eso abrió en algo más la confianza, pues las barajas ya estaban en la mesa, era cuestión que ella decidiera levantar las suyas y jugárselas. Pasó un buen ...
    ... tiempo y creo le habré insinuado una aventura meses después, pero ella siempre me esquivaba, se rehusaba a acercarse, pues luego me di cuenta por medio de mi gran amiga colombiana Diana, que su marido Ale, como le llamaban, era el típico macho celoso y obviamente Ángeles evitaba sufrir esos embates de celos, que según Diana, eran los sinsabores que de vez en cuando se daba entre ellos. Creo que a Ale, ella lo había cachado en alguna movida, así que por esos días le daba cierto espacio a su mujer, aunque yo no le caía tan bien a Ale, pues entre las mujeres de la compañía, era del conocimiento de todas, esa condición que me dieron de pica flor.
    
    Bueno, la verdad que me sorprendió el día que me habló por teléfono en la mañana. A punto de tomarme un café estaba cuando sonó mi celular. Me imaginé cualquier chica con las que me veo, menos que fuese a ser Ángeles:
    
    - ¿Sabes quién te habla?
    
    - ¡Realmente no lo sé, aunque tu voz me suena familiar!
    
    - Soy Ángeles… ¿te gustaría desayunar conmigo?
    
    - ¿En dónde?
    
    - ¡En mi casa!
    
    Creo que la casa de Ángeles son de las pocas que todavía tienen línea de teléfono alámbrica y más que todo, creo que lo tienen porque su marido quiere tenerla controlada. Obviamente fue lo primero que le pregunté, aunque yo ya lo sabía, puesto que regularmente mi hermana me da ciertos detalles de las funciones de la compañía, en caso yo deba intervenir en alguna emergencia y yo sabía que el tal Ale, debería estar manejando hacia la ciudad de Charlotte, ...
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