1. La cabaña


    Fecha: 07/07/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... fuego. Lisa se metió entre mis piernas, abrió mi chocho con dos dedos de la mano derecha y apretando su lengua contra él lamió de abajo arriba, cada vez más rápido, hasta que me corrí en su boca.
    
    Rosa, le preguntó:
    
    -¿Le correspondiste?
    
    -Sí.
    
    -¿Le hiciste lo mismo que te hizo ella a ti?
    
    -No, yo se lo comí de otra manera.
    
    Anabel, le preguntó:
    
    -¿Es que tú sabes comer chochos?
    
    -Algo se aprende mirando porno lésbico. ¿Es que tú nunca te hiciste un dedo mirando a dos chicas. haciendo el amor?
    
    -A dos chicas, a dos chicos y a una pareja. ¿Cómo la amaste?
    
    -La desnudé enterita antes de comerla viva. Lisa estaba de pie arrimada al muro. Desnuda parecía una diosa. Sus labios carnosos habían sidos creados para besar. Su cabello rubio, mojado, le bajaba por las tetas redondas y duras coronadas por areolas color carne y pezones pequeñitos y le llegaba al chocho peludo. Su cintura era fina, sus caderas anchas y su culo respingón. Comencé besando sus sensuales labios y chupando su lengua traviesa al tiempo que le metía un dedo en su pequeño chocho, que soltaba gotitas de flujo. Luego le lamí y chupé las tetas muy lentamente. Cuando me agaché y pasé mi lengua por su rajita, se volvió loca. Me cogió la cabeza y la apretó contra su chocho. Mi lengua entró en su vagina, y con poco más de una docena de movimientos de pelvis se corrió en mi boca. Me encantó sentir como gemía mientras mi boca se iba llenando de el líquido con sabor agridulce de su corrida.
    
    Rosa le ...
    ... dijo a Anabel:
    
    -Esta noche me voy a hacer un dedo que va a temblar la cama.
    
    -Y yo otro.
    
    -¿Pensarás en lisa?
    
    Lara, preguntó:
    
    -¿Pero no íbamos a dormir las tres juntas en tu cama, Rosa?
    
    -Es verdad, se me había olvidado.
    
    -No me has respondido, Rosa.
    
    -Si dormimos las tres juntas lo dejaremos para otro día.
    
    -Tengo curiosidad. ¿Os masturbáis juntas?
    
    Le respondió Anabel.
    
    -¡Oh, sí! Mi hermana me cuenta cosas que hace con chicos y nos frotamos hasta corrernos.
    
    -¿Y nunca os comisteis la boca, las tetas y los chochos?
    
    -Boca y tetas, sí, chochos, no.
    
    Media hora más tarde estaban las tres en la habitación de Rosa, Lara y Rosa, de espaldas la una a la otra, se quitaron las batas y quedaron en bragas mostrando sus hermosas tetas. Se quitaron las bragas y se pusieron los pantalones del pijama, después se pusieron las chaquetas y se metieron en cama. Anabel, volvió del aseo y repitió la operación, se desnudó y se metió en cama al lado de Lara. El silencio que reinaba encerraba pensamientos calientes. Anabel, dijo:
    
    -¡Qué calladas estáis! ¿No será esa calma que dicen que hay antes de la tormenta? Si queréis me voy.
    
    Le respondió su hermanastra.
    
    -Calla y apaga la luz.
    
    Anabel apagó la luz. Lara, les dijo:
    
    -Hasta mañana, chicas.
    
    Las hermanastras, le respondieron al unísono:
    
    -Hasta mañana.
    
    A los diez minutos, más o menos, Anabel, estiró una mano, y como quien no quiere la cosa, la puso encima del chocho de Lara, la joven se la apartó. ...
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