1. El placer de una reina joven


    Fecha: 07/07/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mamada, pero en su lugar comencé a besar su pie lo cual me puso cachondísima. La vista que tenía Arlaya debía ser increíble teniendo en cuenta de que yo era su reina y ama. Entonces me levanté y pasé a su polla, crucé las miradas con ella y pude ver que también disfrutaba. Arlaya agarró mi cabeza, y asentí. Entonces procedió a follarme la boca sin parar, en cuanto comenzó la follada bucal su polla estuvo entrando en mi boca cuanto quería. La alada me agarró del pelo, movía sus caderas metiendo la polla en mi boca y sacándola. Mientras me masturbaba con una mano, la otra la usaba para apoyarme en su pierna.
    
    –Dioses, nunca me habían excitado tanto con una muestra de sumisión.
    
    Así fue hasta que se corría. Sacó el miembro de mi boca y se masturbó hasta que se corrió en todo mi rostro.
    
    –Vamos a la cama.
    
    Como buena hermafrodita difícil de saciar, me llevó a la cama y se preparó para encularme. Puso aceite sobre mi ano y entró poco a poco. Se movió lentamente sobre mi culo pero sin detenerse. Podía sentir su polla entrar hasta el fondo y salir. Yo me agarraba a las sábanas y gemía.
    
    En ese momento inesperadamente, entró Carin que negó con la cabeza al vernos. Era la única vestida y que olía a limpio. Se acostó en la cama donde yo estaba y se limitó a mirar.
    
    –Un día duro, eh majestad.–dijo Carin mientras la polla de Anyara me enculaba.
    
    La imagen que tenía Carin debía ser increíble, una elfa mirándola entre gemidos mientras detrás era enculada con cariño pero sin ...
    ... parar. Se limitó a ser espectadora, sin tocarse. Mi madre, que ya había terminado con Zendar se acercó a mí y miró como esa polla entraba completamente en mi culo. Mi cara era de pura lujuria, con la lengua fuera y escuchando como sus huevos chocaban contra mi culo. Ella aceleró sus movimientos. Hipnotizada por el éxtasis miré a Zendar, y le cogí la mano. Allí, mirada por todos tuve un orgasmo a la misma vez que Anyara se corría en mi culo. Me desvanecí en la cama tras la follada anal que me pegó. La mirada que me echó Zendar fue suficiente para saber que no sería la primera vez que me dieran una follada semejante. Pensé que Arlaya volvería a la acción cuando levantó mis caderas, pero metió su lengua en mi culo para limpiarme como la esclava que seguía siendo. Una vez terminó, Tinuviel, Carin y yo nos acostamos en la cama y nos dimos placer con nuestros dedos. Queríamos que Arlaya y Zendar nos mirasen bien.
    
    –Guarda lo que te quede para mí, Zendar–le dije al elfo mientras me tocaba.
    
    Arlaya se hizo una paja, con su polla señalando a mi esclava y a mi madre. Yo me corrí y sonreí. El aliento de mi madre apestaba a sexo, y lo mismo el mío propio. No eché en falta el vigor hermafrodita, yo me quedé satisfecha, muy satisfecha. Tinuviel y Carin se corrieron con la eyaculación de la hermafrodita. Yo ya me había levantado, abrazaba por la espalda a mi elfo.
    
    –Mamá, hoy me encargo de las visitas. Me encargaré de hacer mi papel de reina.
    
    Zendar y yo nos vestimos. Él se atavío ...
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