Madre e hija (Parte I): Atrapando a Daniella
Fecha: 14/07/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: Alonso1102, Fuente: CuentoRelatos
Acababa de instalarme en un nuevo departamento. Los primeros días transcurrieron sin ninguna novedad y me estaba adecuando a mi nueva rutina, ejercicios temprano, ir a trabajar y en la noche jugaba al play o 'veía Netflix' con alguna amiga con quien se me presentara la oportunidad. Durante las dos primeras semanas no había conocido a mis vecinos del piso en donde estaba. El siguiente sábado escuche voces en el corredor, eran los vecinos que regresaban de viaje, me acerqué por curiosidad a la mirilla de la puerta para verlos pero solo alcancé a ver a un señor que entraba y cerraba su puerta. Bueno, ya no le di importancia y comencé con mi día.
Al día siguiente, regresaba de correr cuando me topé en el ascensor con un señor de unos 45 años y una señorita de unos 18-20 años que estaba concentrada en su celular, el único rasgo que pude ver fue su cabello rubio.
-¿Es nuevo en este edificio? -me preguntó
-Si, estoy en el 502, llegué hace dos semanas. -le respondí
-Eres nuestro nuevo vecino. Soy Martín y ella es mi hija Daniella, somos del 501.
-Alonso. Un gusto -le dije dándole la mano.
-Hija, él es nuestro nuevo vecino, vive frente de nosotros -le dijo a Daniella.
Daniella apenas escuchó que era del departamento de al frente, levantó la mirada y percibí una mirada furiosa en sus ojos azules. Después descubrí que su mejor amiga vivía antes en el departamento donde estaba ahora y se tuvieron que mudar por problemas financieros debido a que su papá perdió su ...
... empleo y tuvieron que mudarse como si yo fuese el culpable.
-Hola -dijo apenas antes de volver a su celular.
-Estos jóvenes -comentó su padre-¿qué te parece el condominio?
-Todo bien hasta ahora. Al inicio algunos problemas para encontrar alguna ferretería o tienda. Al final acabé yendo al centro comercial.
-Hay varias tiendas cerca, la próxima vez avísame y te ayudaré con las indicaciones. -ofreció gentilmente.
-Gracias, lo tendré en cuenta.
Las puertas del ascensor se abrieron, y luego de una despedida protocolar cada quien entró a su departamento.
Los días pasaron dentro de la rutina, hasta que uno de esos días, al regresar a casa, no tenía electricidad por lo que necesitaba comprar nuevos fusibles. Me acordé del ofrecimiento del vecino y me dispuse a tocarle la puerta para que me diga dónde encontrar una ferretería cerca. Toque la puerta y una voz femenina me respondía:
-¿Si?
-Buenas noches, ¿se encuentra Martín? -le respondí
-No se encuentra, ¿de parte quién?
-Alonso, su vecino de enfrente.
-Un momento -me dijo mientras escuchaba el seguro de la puerta que se liberaba.
Se abrió la puerta y apareció una mujer hermosa, de unos 40 años, envuelta en una bata de baño, era alta, rubia de cabellos rizados largos y de ojos azules, su piel tenía un ligero bronceado, y debajo de esa bata se podía adivinar unos senos grandes.
-Hola vecino. Soy Elizabeth, mi esposo está de viaje.
-Hola, no sabía. Sólo que el otro día me dijo que me iba a ...