1. Y nos hicimos Novios - 4. Provocando a la Bestia.


    Fecha: 15/07/2023, Categorías: Erotismo y Amor Autor: dsxlmxdo, Fuente: RelatosEróticos

    ... en voz alta. Me asomo para ver, haciéndome el que solo pasaba por ahí. Se trataba de un grupo de almacenistas reunidos. Estaba hablando Marcos, como el centro de atención. Narrando fervientemente cómo se cogía a una mujer.
    
    -ese mujerón si se movía rico encima de mí. Es que tú la ves caminar y ya sabes que lo bate bien. Y cuando esa mujer terminaba se estremecía. Escuchar sus gemidos prolongado es lo más rico que hay cuando estás acabando...
    
    Parecía un día normal después de todo. Si no fuera por qué uno de los que escuchaba el relato se alarmó cuando me vio.
    
    -no hablen tan fuerte, miren quien llegó.
    
    -qué imbécil eres, no sabe de quién estábamos hablando. Ya cállate.
    
    La suspicacia me hizo entrar en razón que estaban hablando de Maritza mi novia. Ya que no podía describir a Carmela como un "mujerón" y no es que hubiera más mujeres en almacén a quien yo pudiera reconocer y de la cual no pudiera escuchar. Me hice el desentendido. Sí fue Maritza o no, igual, me lo merecía por lo que le había hecho. Ella no podía ocultar esa cualidad de hacer que yo me vea como el tonto. Y hacerse ver ella misma como quien tiene la razón e imparte justicia. Y este tipo de justicia me excitaba. Pero también tenía miedo. Se había expuesto a mucha gente. Cosa que yo evitaba a mis 12 años. Cuando entré a la secundaria. Recuerdo que había una chica que me gustaba e incluso de la cual me había enamorado perdidamente. Entonces me había tocado hacer grupo con ella. No sé si había viajado ...
    ... a mi casa con los demás con la excusa de estudiar para la exposición. Pero que estuviera allí y que nos hiciéramos ojitos, fue lo mejor que me había pasado hasta entonces... Como hombre. Porque después que todos se fueron para arreglarse me quedé solo, en la mesa de mi casa, estudiando. Y llegó Juan como siempre hacía a fastidiar. Realmente no se cansaba que yo lo rechazara. Yo siempre me lograba escabullir para evitar propiciar algo con él. Incluso estando los dos solos, yo lo ignoraba totalmente. Era casi como si él no estuviera allí. Estudiaba mi punto de exposición delante de él con frialdad, demostrándole que no siento nada. Después de todo sólo tenía que estar seguro de quién era, no? Yo también tenía un miembro entre las piernas, eso quiere decir que puedo evitar que me vean como a una hembra, no? La verdad es que no.
    
    Recuerdo haber visitado la casa de un tío mío, hermano de mi padre. El cual le había descubierto muchas historietas eróticas en uno de sus cajones. En una de ellas, un hombre después de desvestir a una mujer se da cuenta de que tiene un miembro.
    
    -no es lo que esperaba pero igual tengo hambre.
    
    El hombre termina de desnudar a la mujer y resultaba ser un travesti el cual se comió a besos y después se cogió. Pensando en esto no podía ignorar la presencia de Juan. Un moreno alto y robusto que me lleva 7 años. Junto a un muchacho de doce completamente solo, nalgón y con las piernas lampiñas.
    
    -Esteban, vamos a dar por terminado este cuento de una ...
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