Una fantasía hecha realidad (Cap. 2): La tanga de Andrea
Fecha: 16/07/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: Jorge Leon, Fuente: CuentoRelatos
... fastidia para nada? No vayas a pensar que soy un pervertido o cosas por el estilo.
-Para nada, al contrario, me gusta.
Me quedé sorprendido con su respuesta que no atinaba qué responder:
-Por lo que veo, tu amiguito se está calentando
Andrea se había dado cuenta de mi erección, ella empezó a reírse por mi reacción que ya no podía ocultar más. Es entonces que Andrea dirige su mano hacia mi pene y empieza a frotar su mano sobre mi pantalón que estaba hinchado por la notoria erección:
-¿Te calentó ver las fotos de las chicas de tu celular?
-No, para nada… ¿¡cómo vas a creer eso!?
-Estás todo erguido, no me lo vas a negar ¿verdad?
-No puedo negarlo, Andrea – fue mi breve respuesta.
-¿Qué es lo que calienta de una chica en la intimidad?
-¿Quieres que te lo diga?
-Dímelo, no me voy a molestar así sea lo más raro de tus fantasías.
-Ver a mujeres que usen una braguita pequeña y transparente.
Mis respuestas ante la notoria insinuación de Andrea, revelaban de a pocos mis deseos y fantasías, pero me abstuve de decirle que mi mayor deseo era de eyacular sobre las braguitas puestas de una chica. Eran como las cuatro de la tarde, Andrea mira su celular y me dice que se tiene que ir a su casa pues se le hacía tarde, le propuse a acompañarla (como lo hacía desde hace meses) hasta el paradero del bus que estaba a unas cuadras del autoservicio. Mientras caminábamos hacia el paradero ella me pregunta:
-Tienes que hacer algo el sábado.
-No, nada que ...
... hacer el sábado.
-Qué te parece si salimos juntos ese día.
¡Era una cita a todas luces! Antes había invitado a mi ex enamorada a una cita, pero nunca me había pasado esa situación. Ni corto ni perezoso acepté salir con ella el sábado.
Llegó el día sábado, era como el mediodía cuando ambos nos encontramos en el Parque Central de Miraflores. Andrea tenía una bonita blusa de color melón y una falda blanca plisada que llegaban a la altura de sus rodillas, sus cabellos castaños oscuros y unos labios carmesí completaban tal belleza, estaba algo nervioso, creo que ella lo notó pues me preguntó si estaba bien:
-Si estoy bien, no te preocupes Andrea, es que tú me has puesto algo nervioso por tu belleza.
Ella se sonrojó, dándome las gracias por el cumplido. La tomé de la mano y empezamos a pasear juntos por el malecón de Miraflores, mientras nos contábamos nuestras anécdotas personales.
Tras almorzar en un restaurante cercano al Parque Central, nos fuimos a hacer algunas compras en una tienda por departamentos y después terminamos viendo una película en el cine. Mientras más avanzaba las horas, más notaba que Andrea se ponía nerviosa:
-Andrea ¿te sientes mal?
-No, no me siento mal – responde nerviosa y sonrojada.
-Si, te sientes mal, lo he notado desde que salimos de la tienda por departamentos.
-Pues… verás que sí estoy algo nerviosa.
-Tienes algún problema…
-No, no tengo problema alguno. Es que estoy nerviosa por…
Ella se queda muda y no termina ...