1. Mi hija y el messenger: Cosas de familia (Parte 2)


    Fecha: 18/07/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Dark knight, Fuente: CuentoRelatos

    ... estás mojadísima del coñito, verdad?”
    
    Pamela asintió en silencio y cerró los ojos. Patricia sacó la lengua y la deslizó por su oído, jugueteando con el lóbulo y llenándolo de saliva. Sintió cómo Pamela se estremeció en la silla y bajó por su cuello que se hinchó de placer ante la caricia de aquella lengua intrusa. Mientras continuaba por su recorrido por el cuello, pasó sus manos por sus hombros y acarició sus tetas, suavemente al principio y conforme la chica se empezaba a convulsionar de nuevo en su silla se las apretó con fuerza. Esto hizo que Pamela gritara por el repentino dolor. Patricia paró un segundo, pero Pamela le dijo quedamente. “sigue, ama. Sigue por favor”.
    
    La experimentada mujer, bajó del cuello y se apoderó de uno de aquellos apetitosos senos, metiéndolo en su boca. Succionó con desesperación y logró arrancar un prolongado gemido de la boca de la adolescente.
    
    Aprovechando sus movimientos convulsionados, metió su mano bajo la braguita y la encontró mojada. No, empapada. Sintió el contacto de unos escasos vellos púbicos y siguió su contorno con el dedo hasta que sintió la suave humedad de su coñito. Sin dejar de chupar sus tetas y morder esos pezones endurecidos, empezó a meter y a sacar el dedo con un ritmo semilento, tratando de acoplarse con las convulsiones de la chica. Patricia sintió que la pelvis de Pamela se arqueó con desesperación en ese momento, dejo de besar sus tetas y de acariciar su mojado coñito.
    
    - ¡No pares, ama! ¡No me dejes así ...
    ... por favor! - Gritó Pamela, incapaz de acariciarse ella misma para lograr el anhelado orgasmo. Con desesperación trataba de rozar sus piernas entre sí pero la posición no le permitía mucho contacto entre ellas.
    
    Patricia le mesó sus cabellos con ternura, tratando de aquietar sus ansias poco a poco, pero Pamela estaba demasiado lejos de la tranquilidad. Tratando de liberarse del cinturón se volteó hacia Patricia y le dijo con esa voz ronca y desfigurada.
    
    - Eres una puta ama de mierda, cabrona, deja que me corra, ama pendeja…
    
    Patricia la miró en silencio sin decir nada y Pamela volteó a verla de nuevo, con una mirada tierna y compungida, como si fuera una versión moderna y erótica de Dr Jekills y Mr Hyde.
    
    - Por favor, ama. Ayúdame. Ya no aguanto. Siento que ardo. Ayúdame.
    
    - Perrita, estamos haciendo edging y creme que después me lo agradecerás.
    
    Patricia le ayudó a quitar su braguita para dejarla completamente desnuda. Pamela, de forma instintiva, abrió sus piernas lo mas que pudo para permitir el acceso a la mano de su ama. Patricia, haciendo caso omiso, se plantó frente a la chica y le ofreció sus tetas para que las chupara. Obedientemente, la chica sacó su lengua y empezó a comer esas ricas tetas extendiéndose lo mas que el cinturón se lo permitía. Patricia sintió los chupetones descontrolados de Pamela y se sintió excitada por todo el entusiasmo que le ponía a la faena. Mientras la chica la chupaba, Patricia volvió a meter sus dedos dentro de aquel coñito ...