Con mi compañera de trabajo se liberaron nuestros deseos
Fecha: 24/07/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: John18, Fuente: CuentoRelatos
... jeans.
En otra ocasión le mandé una foto con el torso descubierto, después de haber hecho ejercicio, y la sinvergüenza me pidió que le mostrara mi verga. No dudé en complacerla y se la envié. Le pedí que correspondiera al regalito pero se negó, aunque prometió que en otra ocasión lo haría. Pocos días después, sin que yo se lo pidiera, me mandó una foto de sus tan deseados pechos, acostada en su cama, cubriendo con sus dedos los pezones y con una cara que pedía a gritos la verga que ya conocía por imágenes. Le dije que la deseaba y que quería comerme ese par de tetas que me hacían perder la cabeza y respondió con un "tal vez algún día". Sabía que seguía en la dirección correcta.
El día de mi cumpleaños me envió una felicitación por mensaje y le dije que quería un abrazo tal y como debía ser al tratarse de una amiga, aceptó y me pidió que la acompañara afuera por algo. En cuanto bajamos la abracé y la apreté hacia mí, pude sentir sus senos en mi pecho y me prendí enseguida, giré mi cabeza y le besé el cuello, ella liberó un gemido y sin más la besé en la boca. Aunque fue un beso breve y que ella terminó, confirmé que pronto sería mía y la podría besar tanto como yo quisiera.
Cierta vez me pidió que la acompañara a comer, fuimos a unas calles de la oficina y los dos pedimos una cerveza, que después fue otra y luego otra más. Aunque ella casi no bebe, insistía en que yo tomara más, a lo que yo accedía siempre y cuando ella siguiera bebiendo. Salimos ya de noche y un ...
... poco mareados, así que vi la oportunidad perfecta para continuar con ese beso que ella había cortado y la llevé por un camino más oscuro y poco transitado.
En cuanto vi la oportunidad me lancé sobre ella y la empecé a besar desesperadamente, ahora sí correspondió con la misma intensidad y en cuanto pude toqué sus tetas, las mismas que veía todos los días y que me habían despertado muchas erecciones. Pasé de la boca a su cuello y nos perdimos en aquel beso que solamente hacía crecer el deseo. Yo ya tenía una erección y la pegué aún más a mi, pudiendo sentir su pelvis sobre mi verga.
Cortamos el beso y seguimos caminando, entramos a una calle aún más oscura y yo repegué mi pene contra sus nalgas, en cuando hice eso ella tomó mis manos y las metió por debajo de su blusa, al fin pude tocar la piel de sus pechos, suave y cálida, y logré tomar sus pezones con mis dedos, estaban durísimos y en cuanto los empecé a frotar ella volvió a gemir, quería cumplir una fantasía de hacía muchos años de cogerme a una chica en la vía pública, pero ella detuvo nuevamente la acción por temor a que nos vieran. Le pedí que fuéramos a un hotel, pero se negó, aunque su cuerpo lo exigía a gritos.
Unos días después de eso, me dijo que quería que volviéramos a comer juntos, así que inmediatamente entendí que era el momento de llevármela a la cama. Cuando nos dirigíamos al lugar acordado, la tomé de la mano y la metí al primer hotel que pasamos. Aunque temía que se negara o que se ofendiera, me ...