1. Rosario mi mujer


    Fecha: 25/07/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Mi nombre es Rosario, estoy por cumplir 49 años, mido 1.60, peso 52 kg, de cabello negro, bonitos ojos grandes y claros, mi cuerpo, bueno llama bastante la atención sobre todo por mis tetas de copa 110 naturales; mi trasero no es de ese tamaño, pero es duro y bien formado, están duro producto del ejercicio diario. Llevo 30 años de casada y siempre he sido una mujer muy infiel, a pesar de que él me da todo el ser infiel es algo que no está en mí, simplemente no puedo controlar mis deseos de tener sexo con otros hombres, inclusive he llegado a pensar que soy ninfómana.
    
    El día en cuestión mi marido me invito a comer, me llamó a las 11 de la mañana para que me arreglara pues pasaría por mí las 13:00 horas, a lo que gustosa acepte e inicie el proceso de embellecimiento. Llego la hora y ahí estaba mi marido con la boca abierta de verme, con aquel hermoso vestido color rosa de escote discreto, y el cual quedaba bastante corto bajo, lo más atractivo es que fiel a mi costumbre iba sin sostén y lucia de manera impresionante mis pezones, los cuales resaltaban mis bellas y enormes tetas, a lo que mi marido simplemente me dijo: «estas radiante, que suerte que seas solo mía». Por lo que una sonrisa a mi interior le decía, pobrecito mi amor, si supieras la cantidad de hombres que han gozado de tu mujer.
    
    Una vez en el restaurant era un lugar elegante y de buena comida. Yo, como siempre me excitaba de sobremanera de sentir las miradas sobre mi cuerpo y el morbo que con ellas venia, ...
    ... me gustaba sentirme el objeto del deseo de tanto hombre y saber que tenía el poder de llevarme a la cama el que yo quisiera, realmente estaba cachonda y eso no podía terminar bien. Había pedido ya mi marido una botella de vino tinto, cuando me percato que a unas 4 mesas de distancia se encontraba un viejo amigo follamigo , con el que había compartido deliciosos momentos y que por motivos de trabajo de él ya hacía tiempo de no tenerlo en mi cama; empezó con sus coqueteos, situación que por supuesto respondí, ya que si algo me caracteriza es ser una mujer sumamente coqueta y ligera. Me hizo señas de que fuéramos al baño y pues la verdad, ¡Quién soy yo para negarme! Fingí recibir una llamada a mi teléfono móvil y me aleje discretamente rumbo al baño, recorrí unos 20 metros los cuales me parecieron 200 debido a las múltiples miradas que poco les faltaba para desnudarme, situación que me puso aún más ardiente de lo que ya me encontraba, cuando entre en el baño ahí estaba él, un hombre de 45 años, bastante bien parecido y que se comportaba como un toro a la hora de hacerme suya. Como una hembra en celo inmediatamente me colgué de él y lo devore a besos, mientras él con dos manos me levantaba el vestido por la parte de atrás y tomaba las nalgas, me voltea y me deja pegada de espaldas a él, por lo que pude sentir su delicioso paquete, mientras él magreaba mis tetas con una mano y tomaba mi coño con la otra, cuando me dice: «perrita te tengo una sorpresa, te va a encantar, cierra los ...
«1234...8»