1. Conejo a la cantonesa


    Fecha: 27/07/2023, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cernían sobre ella, su compañera mirándola desafiante apoyada en la espalda de Diego, mientras le masturbaba y, tras ella, la figura ciclópea de Toni, taladrando como martillo neumático el coño de Nati.
    
    Aquello no era lo que ella esperaba ni deseaba en aquel momento. Su traidora compañera quería expulsarla de la liza, inocente y pusilánime como la suponía, pero no sabía de la misa la media aquella tetuda descocada. Ya entregada a la lujuria, Mei se despojó de toda su ropa, mostrando sus atractivas tetillas con los pezones en plena erección.
    
    La tensión entre las dos hembras se hizo palpable. Se miraron desafiantes como Uma Thurman y Lucy Liu en Kill Bill y Mei tiró de su macho con energía apartándolo de Nati, que quedó a cuatro patas y sujeta por las cadera por su follador, que estaba llegando al clímax.
    
    Diego besó apasionado a Mei y saboreó aquellos negros pezones, mientras ella le alargaba un preservativo de la cajita abierta que tenía bien a mano. Se lo enfundó él presto y se acomodó en la posición siempre eficaz del misionero; Tal que jesuita evangelizando Asia, el muchacho hizo entrar su argumento principal por el estrecho receptáculo de la china. No había himen que le obstruyera el paso, aunque él no reparó en el detalle. Mei era virginal en lo que a macho se refiere, pero en materia de perforarse el chichi con lo que había tenido a mano, su experiencia era considerable. Una hembra tan calenturienta no podía resistir mucho sin caer en la tentación de la ...
    ... jodienda y las circunstancias se lo habían puesto a huevo.
    
    Y ¿Qué más añadir? Nati se vino abajo ante el empuje de Toni que, tras un tremendo orgasmo, siguió dándole caña solidariamente hasta hacerle olvidar a la moza sus envidias y mezquindades y dejarla llorando a moco tendido de gusto. Algo había entre ellos: Aquella polla quizás. Su grosor era muy del gusto de la muchacha y el vigor de Toni saciaba su impetuosa sexualidad. Él estaba encoñado sin remedio. Le iba a dar igual el qué dirán, incluso algún devaneo de aquella fogosa venus con sus futuros compañeros de armas. Aquella mañana comprendió que no podría ser feliz si no la follaba a diario, que su vida había sido un aburrido devenir de hechos insustanciales hasta aquel fin de semana apoteósico en que se había acercado realmente a su única diosa carnal y que, como dice el ripio del bolero, “..yo nací / el día en que te conocí”
    
    Mei era igual de feliz con Diego. Jamás se imaginó que un chico le comería tan dulcemente el coño y se deleitaría con su hirsuto vellocino, dándole a ella un placer celestial como no había soñado. Follando no le resultó tan eficaz, más por la inexperiencia de la chica que por falta de prestaciones del mozo, pero a ella no le importó después de correrse largamente con las caricias bucales previas; Además, verlo tan entregado en la corrida, casi llorando de gusto, la dejó más que satisfecha.
    
    En suma: Además de la lujuria y la depravación el amor también salió victorioso esta jornada y dos nuevas ...