El regalo
Fecha: 02/08/2023,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... iba a sufrir al no poder hacer realidad mis fantasías.
Lara me puso muy cachonda. Yo quería saber que fantasías eran esas y hacerlas realidad.
-Ana. Que te imaginabas? Ahora puedes hacerlo realidad.
-Lara. Muchas cosas, lo de comernos el coño mutuamente ya lo hemos hecho, pero con el tiempo acabé excitándome muchísimo con algo tan simple como que salíamos juntas a cenar, me masturbaba pensando en nosotras cenando en un bonito restaurante, paseando y besándonos sin parar. No te cuento nada más me da mucha vergüenza.
Lara me hablaba sin mirarme a la cara, su rubor me divertía y me gustaba, yo la besaba en el cuello.
-Ana. Te dijo Leo que yo era lesbiana desde el principio?
-Lara. No desde el principio, pero hace ya tiempo, varios anos.
-Ana. Y por qué crees que ella sabía que yo te gustaría, no hubiese sido más lógico que lo intentase con un chico.
Me di cuenta de lo personal que podía resultar la pregunta y me disculpe. Lara me interrumpió.
-Lara. No te preocupes, si hemos estado follando toda la tarde tienes todo el derecho a preguntar lo que quieras. No hay nada que ocultar, tranquila. Leo no es tonta, me conoce bien, supongo que se habrá fijado en como miro a las mujeres, ella es muy observadora y, bueno, una vez me sorprendió en la playa comiéndome con la mirada a una chica que hacia topless.
-Ana. Y ya está?
-Lara. (Divertida).Y que esperabas, que me hubiese sorprendido haciendo una orgia en mi cama con diez jovencitas?
Nos reímos y ...
... terminamos rápidamente de cenar, no me convenció demasiado la explicación de Lara, lo de los regalos dejaba bien claro que Leo estaba muy convencida de que lo mío con Lara funcionaría pero estaba tan caliente que solo pensaba en follar. Terminamos de cenar, Lara seguía en vaqueros y un top con tirantes, me daba pena desnudarla, estaba tan buena con vaqueros. Nos acabamos el vino y Lara tomo la iniciativa. Se puso de rodillas en el suelo y empezó a besarme los muslos, luego metió su cabeza bajo mi camisón y fue besando mi vientre hasta llegar a mis tetas, deje que jugase con ellas unos minutos, luego le quite el top y me tumbe en el sofá, le susurre que se pusiese encima de mí, de rodillas, con sus tetones colgando. Podría jugar con ellos durante horas, chupé sus pezones con fuerza, tenía miedo de hacerle daño, pero Lara empezó a contarme mientras suspiraba como una noche se había puesto dos pinzas de la ropa en ellos mientras se pajeaba pensando en mi, entonces chupe y chupe sin miedo, ella gritaba pero me pedía que no parase, con su rodilla metida entre mis piernas apretaba mi resbaladiza vulva. Lara se subió al sofá y encajo sus piernas con las mías para juntar nuestros chochos, conseguimos que se tocasen, nuestros cuatro muslos juntos eran lo más excitante de la postura, me gustaba tener su coño pegado al mía pero yo pensaba en no defraudar a Leo y subir a probar su regalo. Subimos a la habitación de Lara y lo sacamos de la caja, fuimos al baño y lo lavamos juntas. Se me ...