1. Cuernos en el trabajo (Parte 01)


    Fecha: 03/08/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Tamara01, Fuente: CuentoRelatos

    ... cada 10 clientes, 7 eran hombres. En lo personal, me encantan las pantimedias y creí que como accesorio, sería fundamental para así, atraer a más clientes, eso incrementa las ventas y por supuesto, la ganancia que me corresponde.
    
    Cada día, antes de comenzar el inventario, ya tenía que estar cambiada. Además de estar preparada 30 minutos antes de la apertura de la tienda. Mi novio no podía llevarme por la mañana, pero todos los días, al salir del trabajo él ya me estaba esperando en el estacionamiento. Le pedí de favor que no fuera a la tienda y que, si en un momento él llegara a ir, que no me causara problemas con el dueño, lo que pasa es que es muy celoso.
    
    El primer día que decidí vestirme con pantimedias, escogí un color natural; las pantimedias brillaban con la luz del local y se veían padrísimas mis piernas. Don Armando, al verme vestida de esa manera se me quedó viendo a las piernas y me dijo, que bien te ves. Le dije, si hay problema por vestirme así, no hay ningún inconveniente. Dice, no; todo lo contrario, creo que te ves fantástica, puedes quedarte así.
    
    Mientras hacíamos el inventario, don Armando se pegaba mucho a mi y claro, lo primero que interpreté es que, por lo menos quería rozarme las piernas, jejeje. Así son los hombres, pensé.
    
    Me dejé llevar un poco por su presencia, por su olor y dije, porque no. Entonces busqué la oportunidad de que, cuando estuviera cerca de mí, acercara mis rodillas para saber cuál sería su reacción y creo que no tardó en ...
    ... entenderlo. Ni tardo ni perezoso, fue acercando su mano a mis piernas y, entre comentario y comentario comenzó a tocarme las rodillas al principio y después, obviamente los muslos; y aunque trataba de ser discreto, creo que la emoción de estar cerca de él le ganaba y terminaba agarrándome.
    
    No pudo disimular, pero al irse, llevaba una gran erección.
    
    Ese día transcurrió normal. Hubo algunas ventas y en dos o tres ocasiones tuve que comunicarme con Anahí para que me ayudara a resolver mis dudas, pero después de todo, me fue bien.
    
    El local se cierra a las 6 de la tarde y don Armando llega de manera recurrente a las 5; una hora antes para ir haciendo el inventario de cierre. Justo ese día llegó dos horas antes.
    
    Llegó a la tienda, saludó y en seguida se metió a su oficina, pero pocos minutos después salió (cosa que nunca hace, pues siempre se mantiene dentro de la oficina).
    
    Comenzó a hacerme la plática y a bromear sobre muchas cosas, pero al mismo tiempo, no dejaba de verla las nalgas y las piernas y también a halagarme, pues según él, me veía fantástica.
    
    Llegó la hora de cerrar el local; nos metimos a la oficina para comenzar a hacer el inventario y mi corte. Terminando le dije, con permiso, me voy a cambiar. En ese momento me dice, te molesta si te digo algo; le dije, no, para nada, que pasa…
    
    Sin pensar se acercó a mí y me dijo, me gustan tus piernas, ¿las puedo tocar?
    
    Me puse nerviosa y creo que algo roja, le dije sí. Puso sus manos en mis piernas y me ...