Desesperada por mi verga
Fecha: 04/08/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
Mónica me había fascinado, esa casada de ricas nalgas me dio una de las mejores cogidas de mi vida, después de que su amiga me contratara para que le ayudara con su depresión, ahora no la pasábamos mensajeando, deseándonos buenos días y noches, no sé cómo le hacía para escribirme en la noche que estaba su marido, pero era muy agradable y caliente.
Me mandaba fotos de ella con alguna lencería que tenía, o desnuda en su baño metiéndose los dedos, yo por mi parte le enviaba fotos desnudo o videos de mi verga dura y sacando leche gritando su nombre.
M: Que rico te vienes, ¡me gustaría sentir esa leche!
CA: Que caliente eres, ¡no sabes cómo sueño con penetrarte diario!
Así no la pasamos varias semanas, ya que por alguna razón o motivo no podíamos vernos ni salir, primero yo tenía trabajo siendo corneador y ella no se libraba tan fácil de sus responsabilidades.
Pero un viernes comenzamos a escribirnos y ella me dijo que tenía el sábado libre en la tarde noche, así que quedamos de vernos en mi departamento, le mandaría un Uber para que llegara cómoda.
M: Entonces nos vemos a las 2 de la tarde
CA: Ok nena, ¡te mando el Uber!
M: ¡Llevare ropa sexy para ti!
CA: ¡Uhm! ¡Ya muero por verte!
Yo prepare unos apetitivos y una botella de Ron, estaba ansioso esperando que llegara, tenía la verga parada de solo imaginármela desnuda recibiendo mi verga, quería que llegara ya.
Toco la puerta a los 20 minutos y por dios que se veía fenomenal, traía un minivestido ...
... negro, tacones de punta fina color negro y medias color carne, se veía riquísima.
CA: ¡Que rica te ves nena!
M: Gracias, ¡me arregle para ti!
CA: Gracias, que piernas más ricas se te ven y con esas medias, ¡me excitas mucho!
M: No sabes cómo me moría por estar contigo.
Nos sentamos en mi sofá, le serví un poco de ron y comenzamos a charlar, me conto que su marido sospechaba algo pero que ella lo sabía marear, que desde que cogimos ya no le interesaba coger con su esposo, aunque cuando lo hace, siempre piensa en mí, aunque no es igual, mi verga es grande y la de él es normal, por eso Mónica estaba ansiosa por coger conmigo.
Después de unos tragos y una buena charla, comencé a acariciar sus piernas, se sentían tan bien cubiertas por esas medias, subí mi mano y descubrí que traía liguero, lo cual me calentó, comenzamos a besarnos apasionadamente, Mónica me acariciaba la verga y mis piernas yo apretaba sus tetas y sus carnosos muslos, levantando el vestido y apretando sus nalgas duras y grandes.
CA: Que rica estas, ¡que caliente!
M: ¡quiero cometerla!
CA: ¡Pa luego es tarde!
Mónica se arrodilló y yo me baje el pantalón y la trusa, mi verga estaba medio firme, pero escurría fluidos de excitación, Mónica la tomo con sus dos manos y comenzó a sobarla con delicadeza, mientras sus manos subían y bajaban le daba uno que otro beso, lo cual me ponía más cachondo, luego con su lengua lamía desde mis huevos hasta mi glande, no dejaba ni un solo cm sin lamer, se ...