1. La esclava de la señora Marisa y su hija Laura


    Fecha: 15/08/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Eduardo Marín, Fuente: CuentoRelatos

    ... acuerdo esta mañana ella y yo, pero normalmente, no se le puede castigar.
    
    Y Laura dijo: “Que putada!!!2. Yo aproveché y le dije: “Pero también puedo pactar con usted algún castigo, si lo desea... señorita Laura”. Y ya le cambió la cara por completo.
    
    A la mañana siguiente, al regresar de la zapatería, a eso de las 12 de la mañana, nada más entrar en casa, saludo a Laura que estaba levantada y Laura me dice:
    
    -Tenemos que pactar tú y yo un castigo, como hiciste ayer con mi madre, joder tía, me encanto verte ahí de rodillas, firme, aguantando... Pues eso tiene que doler...
    
    Yo le comenté que era molesto, pero que tampoco fue un castigo doloroso. Y Laura me dijo:
    
    -Pues yo quiero castigarte...
    
    Yo le dije:
    
    -Pues castígueme, si ese es su deseo, castígueme, como quiera, como desee...
    
    Y Laura me dijo:
    
    -Como si fueras mi esclava.
    
    -Perfecto, como si fuera su esclava -le contesté.
    
    Laura me comento:
    
    -Es que me gustaría tenerte de rodillas y pellizcarte los pechos, darte bofetadas, mandarte que me beses los pies...
    
    Yo le dije:
    
    -Pues si quiere soy su esclava 15 o 20 minutos, y ahí en ese tiempo, me castiga como quiera, pues luego tengo que preparar todo... Que si viene su madre y no está ...
    ... todo como ella me ordenó, entonces sí, que me va a castigar bien...
    
    A Laura le gustó la idea de tenerme quince o veinte minutos bajo su poder, y rápido me dijo: “Venga, empezamos: Bésame los pies esclava”. Ella estaba sentada sobre el sofá del salón y yo me acerqué, le besé los pies, cuando le apeteció, me ordenó lamérselos, también se los lamí. De repente, se sienta en el sofá, yo estaba frente a ella, a poco más de un metro. Entonces me pellizca los pezones, yo me retuerzo de dolor, pues no me lo esperaba, ni sabía que podía doler tanto... Me quejo... Laura me abofetea repetidas veces la cara, me vuelve a pellizcar, en los pechos, en los pezones otra vez... Se quita una de sus zapatillas y me da con la suela en la cara, varias veces, no me pega fuerte, pero siento el zapatillazo, Laura se empieza a poner caliente a me ordena darle placer en su pipa, hasta que la se corre en mi boca.
    
    Laura solo tenía 18 años .Yo 24, pero me daba miles de vueltas... Fueron poco más de 20 minutos, y mi vida desde mismo instante cambió por completo. Laura me hizo su esclava unas cuantas semanas en secreto, pero pronto empezó a castigarme delante de su madre... Y empecé a ser la esclava de las dos...
    
    Este relato continuará... 
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