1. Le damos a ella una gran cogida


    Fecha: 20/08/2023, Categorías: Sexo en Grupo Autor: nereo, Fuente: CuentoRelatos

    ... estado de indecisión cuando y de improviso Zana volteó hacia donde yo estaba y miró más fijamente, abrió mucho sus hermosos ojos y soltó un grito al tiempo que se subía sus leggings. El profesor se sorprendió y Zana le dijo que alguien los espiaba; yo me apresuré a salir de mi escondite y aunque me sentía al borde del colapso hice acopio de toda mi sangre fría, caminé hacia ellos y con gesto tranquilo me apresuré a decir: “Hola, lo siento, pero estaba caminando y no pude evitar escuchar el ruido que hacían y me acerqué a mirar, lo siento.”
    
    El profesor me miró con gesto adusto, por supuesto que estaba a punto de insultarme y a correrme del lugar, pero entonces Zana me dijo: “Pero, ¿viste todo?”. Yo asentí con la cabeza y ella se tapó la cara, me dijo casi gritando: “¡Dios, este es mi fin, toda mi reputación, todo lo que soy!... ¡Se lo va a llevar el demonio!”. Ella empezó a sollozar, el profesor la abrazo y le dijo: “Calma, calma Zanita, ya no hay otra cosa que hacer, el chavo este nos descubrió, ya que le hacemos”.
    
    Zana, alzó la vista y me miró, con gesto suplicante me dijo: “Tu no dirás nada, ¿verdad? Si la universidad se entera, si alguien más se entera… ¡Sera mi fin, no me van a bajar de ser una puta! ¡Yo, la chica más popular saliendo con un profesor, con un hombre casado, será mi fin!”. Sentí lastima de ella, la miré con compasión y estuve a punto de decirle que no diría nada, realmente yo estuve a punto de decirle eso y dar media vuelta e irme de ahí, pero Zana ...
    ... estaba tan desesperada que no me dejó siquiera hablar, me dijo: “¿Qué quieres a cambio de tu silencio? Yo te puedo dar dinero, creo que tengo ahora mismo dos mil pesos… ¿eso es suficiente?”. Ella rebuscó en sus bolsillos como loca y maldijo pues al parecer no traía el dinero en su bolso, yo negué con la cabeza y Zana malentendió mi gesto, pensó que no aceptaba su propuesta. Me miró con odio y de pronto el profesor que había estado silencioso dijo: “Creo que el chavo este no quiere dinero, él desea algo mas Zanita”.
    
    Zana me miró con incredulidad y entonces captó el mensaje de su amante, grito: “¡Ah no, eso no! Yo no voy a… con él… ¡No, nunca!”. Quizás hice mal, yo había sentido lástima de ella, iba a irme de ahí sin pedir nada a cambio y no iba a decir nada, pero como el profesor abrió su bocota me había abierto una puerta que yo no estaba dispuesto a cerrar. El profesor le dijo a Zana: “No queda de otra, no creo que él quiera a cambio otra cosa, además es la mejor manera de asegurarnos de que cierre el pico; haciéndolo participe de nuestro secreto”.
    
    Zana negó con la cabeza, me miró con un gesto de odio tan grande que hasta su cara se congestionó de sangre. Hizo ademán de retirarse, pero el profesor la detuvo, le dijo: “¿Te vas a ir y a dejarme así? Ya me calentaste todo, Zanita, por favor, no me dejes así”. Y el profesor se volvió a sacar el pene de su pantalón y se lo mostró a Zana, ella miró a su amante con gesto de resignación, ella no quería, pero su amante se lo ...
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