Un fin de semana de mucho placer (2/2)
Fecha: 21/08/2023,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: John18, Fuente: CuentoRelatos
... que iba tras ella. Entró, abrió el cajón, sacó su teléfono, lo encendió y mientras leía lo que parecía ser un mensaje de texto, me acerqué a ella y con la verga totalmente dispuesta me pegué a su culo, me incliné y le dije al oído: "todavía no, ca-ri-ño".
Desabroché su pantalón y metí lentamente mi mano con el jengibre por debajo de sus bragas, empecé a correrlo por su vagina y preguntó, con una risa nerviosa:
-¿Qué estás haciendo?, no me vayas a hacer alguna maldad, ¿qué es eso frío que se siente?
Ignoré sus preguntas y le dije que solamente quería agradecerle el regalito que me hizo en el auto el día anterior. Cuando le dije aquello, metió su mano a una de las bolsas del pantalón blanco y sacó las pastillas de menta, "entonces vas a necesitar esto". Sacó dos pastillas y las metió en mi boca. No, "quiero una más". Repitió la risa nerviosa y depositó una más en mi boca.
Mientras hacía eso y yo seguía jugando con su vagina dijo en un tono preocupado:
-¿Qué es eso?, como que quema, se siente frío pero me empieza a arder.
Liberó un leve gruñido como de dolor o incomodidad y le pedí que se tranquilizara, le pedí que confiara en mi y que no se iba a arrepentir. Frunció el ceño y cerró los ojos, como esperando que aquel extraño experimento terminara pronto. Empecé a frotar mis dedos que quedaban libres al tiempo que seguí recorriendo su sexo con mi aliado.
-¿Aún te arde?
-Poquito, pero empieza a sentirse rico... ¿qué es?
Seguí el juego con mi mano y ...
... con mi otra empecé a tocarle las tetas, una y luego otra. Le di unos besos en el cuello y jugueteando con mi lengua su oído le pedí que se quitara el pantalón. Empezó por quitarse la blusa, el sostén y mientras se repetía la rutina de los últimos días liberó un gemido:
-¿Qué es eso? ya dime por favor
Que la excitara y no supiera qué era lo que tenía recorriendo su vagina me gustaba, me gustaba mucho. La pedí que volteara y ya teniéndola de frente le introduje una parte del jengibre en su vagina que ya estaba muy dilatada y caliente, sus gemidos iban creciendo y su respiración se aceleraba. "Me está ardiendo otra vez", dijo mientras me desabrochaba el pantalón y hacía intentos por sacar mi verga a la fiesta.
Saqué el jengibre de su sexo y nos desvestimos rápidamente, yo ocultando mi juguete ante su mirada inquieta y curiosa. La tiré sobre la cama y ahora sí, con el aliento fresco y su coño sensible me lancé sobre ella. Mi boca y mi lengua saboreaban su piel expuesta y suave, mi mano introducía un dedo, dos, el jengibre, mi lengua, mi nariz corría a lo largo de sus labios y olía ese aroma fresco y ya conocido. Una delicia. Mariana se retorcía de placer, daba pequeños giros sobre la cama, pero con sus manos mantenía mi cabeza sobre ella.
Seguí el ritual del abecedario, repetía la rutina de mis dedos y el jengibre, metía y sacaba mi lengua fresca y Mariana me apretaba tanto a ella que me impedía respirar por la nariz. Jalaba aire por la boca y mi aliento fresco la ...