1. Bajo los cerezos


    Fecha: 22/08/2023, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... poco...
    
    Diana, le dijo la palabra que andaba buscando.
    
    -¿Guarro?
    
    -Sí.
    
    -Lo sé, por eso lo del beso, quiero que me hagas cosas sucias.
    
    -¿Te corriste alguna vez al comerte el culo mientras te masturbaban? ¿Sentiste la sensación que produce la punta de la lengua en el ojete al tener un orgasmo cuando se cierra y la quiere meter dentro y la lengua se le escapa, y se abre y vuelve a entrar la punta de la lengua, y se cierra...?
    
    -No, pero tiene mucho morbo, y como para todo hay una primera vez... ¿También me la vas a meter en el culo?
    
    -Si me dejas, sí.
    
    Lo miró con picardía, lo besó, y le dijo:
    
    -No sé que decir.
    
    Diana se puso a cuatro. Jose, abrió con dos dedos su coñito. Lo tenía lleno de babitas. Se lo lamió y llevó las babitas al ojete pasando por el periné. La nalgueó. Después le metió dos dedos en la vagina y comenzó a masturbarla presionando hacia abajo para estimular el punto G. Hizo círculos con la punta de la lengua en la entrada del ojete y después se lo folló con ella. Estaba disfrutando.
    
    -¡Qué rico se siente, qué rico, qué rico, qué rico!
    
    Jose supo que era el momento de dar el siguiente paso.
    
    Esta vez no iba a sentir la lengua dentro de su culo al correrse. (lo haría una hora más tarde) Le acercó la polla al ojete, Jugó con ella en la entrada, y luego le ...
    ... metió la punta de la polla. A Diana le quedaba grande.
    
    -¡Me vas a romper el culo, cariño!
    
    Le metió el glande entero.
    
    -¡¡Uffffffffff!!
    
    Las manos de Diana arrancaban la hierba. Jose, le dijo:
    
    -Parece que tu culo es virgen. ¿Te duele? ¿Quieres que pare?
    
    La respuesta de Diana fue ir echando el culo hacia atrás y empujar hasta que la polla llegó al fondo.
    
    Jose, se quedo quieto, ya que sus manos comenzaron a azotar las nalgas de Diana. Fue ella quien le folló la polla con su culo. Al principio lentamente, después iría acelerando los movimientos.
    
    Tiempo después, Diana, con dos dedos acarició su clítoris y moviendo el culo a toda pastilla de delante hacia atrás y de atrás hacia delante, le dijo a Jose:
    
    -¡Lléname el culo de leche, lléname el culo de leche, lléname el culo de leche...!
    
    Jose, arqueando su cuerpo hacia atrás y pellizcándole las nalgas, le dijo:
    
    -¡Tooooooooma, princesa!
    
    Diana, al sentir la leche calentita dentro de su culo, comenzó a correrse.
    
    -Tooooooooooma tú la mía!
    
    Una melodía de gemidos se perdió bajo los cerezos, cerezos que habían cubierto de pétalos blancos sus cabellos y parte de sus cuerpos. Entre besos y caricias sorprendió la luna a dos sombras enamoradas, a dos amores que ya no eran platónicos... que sólo fueran a hablar y a tomar un café. 
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