1. Aquél puente, aquella película.


    Fecha: 25/08/2023, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... abajo, sobre su clavícula, sorteandola lentamente para llegar a su pecho, iba muy lento, pidiendo permiso para avanzar cada milímetro de su piel candente, que su respiración me otorgaba conforme se aceleraba al acercarme a sus pechos, rocé con las llemas de los dedos su camiseta, y empecé a juguetear en el borde deslizandolos suavemente por debajo. En ese momento hizo un gesto con el brazo para recoger todo el pelo y apartarlo hacia atrás. Me quedé un poco parado porque pudiera estar echándome de su pecho pero cuando me vio parado me dijo
    
    +Sigue sigue, empezaba a ser interesante el masaje
    
    Si para entonces mi excitación ya había comenzado a petrificar mi entrepierna, aquellas palabras que me invitaban a seguir, dispararon la situación. Decidí acercarme a ella, casi pegarme. Quería que sintiera mi pecho tras el suyo, hinchándose con la excitación que estaba levantándome, deje la cadera un poco distante de la suya, no quería arrimarle mi miembro hinchado y pétreo bajo el pantalón todavía. La postura me daba una vista brillante de sus turgentes pechos, la camiseta, aunque grande, había dejado al descubierto al juguetear con ella, aquellos 2 preciosos montículos que se alzaban en su pecho. Me fijé detenidamente en ellos, observé su forma tan suave y perfecta, me deleite en cada grado de la curva tan delicada que describían cayendo contra el sujetador y repare en un llamativo bultito rosa que se alzaba en su cima, pequeño y duro, coronaba como la mejor guinda aquel ...
    ... pastel.
    
    Devolví mis dedos a su curso y me dirigí lentamente a escalar esa montaña, pasé los dedos por su canalillo y me acerqué a la base de su pecho, comencé a juguetear allí mientras sentía como su respiración se disparaba. Ya no pude evitarlo más y me lancé a su cuello, me puse a besarlo delicadamente de arriba a abajo. Llevó su mano a mi nuca invitándome a seguir y empecé a dar besos más largos e intensos. Mis dedos se habían hecho ya con su pezón y jugaban con él apretandolo delicadamente y acariciandolo.
    
    +Nietzche, bésame la oreja. Usa la lengua para ponerte mi lóbulo en la boca y muerdeme, no tengas miedo.
    
    Me quedé absolutamente parado, pero me arrimé a ella en una postura mas cómoda, ahora mi pelvis se encajaba entre sus nalgas apretadas por los leggins y el tanga que llevaba. Y deslicé lentamente mis labios a su oreja, hice como me pidió y empecé a lamer delicadamente su lóbulo, lo puse entre mis dientes y lo mordisquee muy poco a poco pero con intensidad, ella me llevó una mano a la cintura estrechandome contra su culo y yo apreté me entrepierna contra ella para sentir cada centímetro de sus nalgas. Saqué mi mano de su pecho y comencé a recorrer su vientre hacia su pelvis. Sin pensarlo 2 veces metí la mano dentro de los leggins y el tanga. Pese a mi inexperiencia sentía que sabía perfectamente lo que tenía que hacer, me sentía seguro y eso me excito aún más. Su respiración se tornó en gemidos vagamente ahogados. Las yemas de mis dedos alcanzaron la entrada de su ...