1. Aquél puente, aquella película.


    Fecha: 25/08/2023, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mano de mis espalda para buscar y apretar la mia.
    
    Pero el romanticismo dejó lugar a la pasión y la lujuria, arremeti contra ella más duramente, sintiendo su gemido en mi cuello, seguí aumentando la intensidad, y seguían sus gemidos, se le dibujó una mueca de placer en el rostro y me desate en un ritmo atrevido y duro para penetrarla completamente, no emitió queja alguna sólo gemidos y exclamaciones para que siguiera y seguí, seguí envolviendome en ella una y otra vez como si aquella noche mi alma se escapara de mí en ese acto, aunque estaba dentro de ella aún no daba crédito a lo que estaba viviendo y sólo queria sentir cada centímetro de su piel en contacto con la mia, allí donde nuestros cuerpos se estaban haciendo uno.
    
    Seguimos largo rato, cambiamos de postura, la tuve a cuatro patas, con los muslos en el pecho, con una pierna sobre mi hombro, y se puso encima, se puso sobre mí introduciéndose lentamente mi miembro para sentirme completamente. Y empezó a mover la pelvis de una manera indescriptible, sabía recorrerme acariciando cada milímetro, estimulando cada punto de mi pene, y dejándome al borde de acabarle dentro con cada arremetida. También empezó lento para deleitarse, para deleitarme, recuerdo como me miraba mi sonrisa de gusto ...
    ... se reía, se llevaba la mano al pelo y al pecho y aumentaba el ritmo, y aumentaba el ritmo más, y seguía. Empezó a gemir más y más fuerte, yo me agarré a su culo para que no se escapara, y la movía para qie siguiera exactamente como lo estaba haciendo. Y cuando se desató la lujuria, su pelvis se volvió un automatismo de dsr placer, a los 2, ella no podía contenerse y yo hacía esfuerzos para no irme, y seguir disfrutando cada instante. Y aguanté lo que pude pero llevo el momento en que todo gue en vano, se llevó la mano al clítoris y llevó la pasión a un ritmo insostebible para mí, poco después sentí como me recorría el miembro uba sacudida de placer que se extendió a mi cuerpo dejándome gélido, agarrado a su culo y su pecho mientras eyaculaba chorros y chorros dentro de ella en el momento en que los espasmos de su 2o orgasmo me exprimieron ahora de forma incontenible.
    
    Después de la tempesta, llego la calma, desencaje mis articulaciones congeladas por el placer y la envolví con los brazos mientras se acurrucaba lentamente sobre mi pecho. Así nos quedamos unos instantes. Aún unidos, chorreando, hasta que ella se levantó para ir al baño, volvió se abrazó a mi pecho, y nos durmimos después de una noche de sexo que había confirmado nuestra pasión. 
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