1. Recuerdos de un pasado incómodo


    Fecha: 25/08/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: ogarcia, Fuente: CuentoRelatos

    ... lamí sus pliegues, incrustando mi lengua a ratos y chupando su clítoris en otros, provocando sus gemidos que hacían mantener sus manos aferradas a mi carne mientras chupaba con desespero por la avalancha de sensaciones que le provocaba en su cuerpo. Pasado un tiempo su primer orgasmo; se hizo presente al sentir como su cuerpo se tensó y un vendaval fluido arrasó mi cara, mi falo sufría con la garra en que se convirtió su mano por el espasmo sufrido; poco a poco se calmó volviendo a su tarea incompleta pero moviendo su cuerpo a un costado, le encantaba que tocara sus tetas mientras mamaba; nada había cambiado pensé.
    
    Sentí mi venida por lo que detuve su tarea, una queja salió de ella al verse privada de su cometido, no le di importancia; tomé su cuerpo, la acomodé hincada en la orilla de la cama mientras empujaba su espalda hasta que sus codos tocaron el colchón; era un placer verla así, sumisa, entregada, en espera de lo que quisiera hacer con ella; separé sus nalgas y me coloqué a lo largo de su raja, casi al contacto sentí como sus jugos mojaban toda mi extensión.
    
    -¡Ya métela por favor!, ¡no me hagas sufrir así! –dijo casi como un reclamo.
    
    -Pídemela como antes lo hacías –dije mientras tocaba sus tetas bajo su cuerpo.
    
    -¡Soy una puta!, ¡las putas queremos que nos cojan fuerte!
    
    -¿De quién es esta puta?
    
    -Tuya, soy tu puta.
    
    No terminaba de decirlo cuando incruste mi verga hasta las bolas, su primer quejido fue de sorpresa, el resto… el resto fue solo ...
    ... placer. Recorría todo el camino sintiendo como sus paredes me abrazaban; apretaba cuando entraba y aflojaba cuando salía en un ritmo no ensayado, la tomé de sus tetas y la levanté mientras continuaba bombeando en su interior. Volteé su cara y la besé, un beso salvaje, sin contemplaciones mientras la hacía verse en el espejo frente a mi cama.
    
    -Quiero que veas quien te está cogiendo, que no te olvides quien fue el primero.
    
    -Mmmm, sí –dijo viéndome a los ojos –nadie lo hace como tú.
    
    La tiré a la cama cayendo boca abajo, pasé una almohada bajo su vientre y me acomodé sobre ella.
    
    -Aaaah –fue su quejido al incrustarme de nueva cuenta dentro de ella–¡dame fuerte!
    
    No hizo falta su pedido, me hinqué a su costado y, tomándola de la cintura, volví a tomar ritmo penetrando de nueva cuenta en ella; pasado un rato recargué mi pecho en su espalda metiendo mi mano bajo ella hasta encontrar su clítoris, conocía su debilidad e iba a sacar provecho de ella; aumenté el ritmo de mis estocadas mientras con lentitud movía mi mano en su raja, la dualidad la desesperaba, golpeaba la cama con manos y pies pidiendo que parara y al mismo tiempo contradiciéndose al pedirme que siguiera. Fue solo dar un par de estocadas más para que su siguiente orgasmo llegara al mismo tiempo que mi corrida, apreté su vulva incrustándome, si cabía, un poco más dentro de ella; la tomé del pelo y giré su cara para besarla; no me moví hasta que mi erección menguó y no me permitió seguir dentro de ella, ¡que ...