La cerecita
Fecha: 29/08/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... puerta, fueron recibidas con bromas por los hombres, que las esperaban con gran excpectación.
- ¡Hombreeee, ya ha llegado el postre, jajajaja!
- ¡Creo que tenemos cerezas para comer!
- ¡Trae p'acá esa cerecita, que me la comoooo!
- ¡Nos van a salir un poco caras, pero he oído que son de una variedad muy cremosa, jajajajaja!
Marcos seguía viendolo todo desde el reservado, y se estaba poniendo malo del cariz que estaba tomando aquello. De repente, oyó como se abría la puerta a sus espaldas. Era Paco, el camarero.
- ¿Qué como va eso? Apartate un poco déjame ver... - dijo, haciendose un hueco para mirar por las rendijas - ¿Oye, cual es tu amiga?
- Eeeh... esa, la del vestidito verde - respondió Marcos, señalando a su mujer.
- Ostia puta, a esa no la había visto antes, está buenísima, ¿eh?
- Sssí, sí, no está mal.
- ¿Y está casada? Porque a su marido le tienen que estar saliendo unos cuernos que no veas, jajajajaja! Fuá, y encima es que mira como vienen vestidas elegantes de oficina, casi parecen pin-ups de los 40, con lo que pone a mi eso. ¡Ostia, mira las muy zorras, como se sientan ahora encima de ellos!
En efecto, bajo el liderazgo de Paula, todas las chicas se sentaron en las rodillas de sus parejas, con las piernas cerradas
- ¡Señores! - dijo Paula - ¡a sacar la cerecita entera, o a pagar la propina! ¡Chicas, no os dejeis agarrar la cereza, solo pueden tirar del rabito!
Andrea se sentó como había hecho Paula sobre las rodillas de ...
... Ricardo y se agarró a su cuello para tener mejor sujeción y no caerse.
- Bueno, Ricardo, sacame la cerecita si puedes.
- Será un placer - contestó Ricardo. Mientras sujetaba la cintura de Andrea con el brazo izquierdo, le apoyó la mano derecha sobre el muslo de Andrea, justo donde acababa la falda del vestido, y empezó a deslizarla entre las dos piernas y subiendola bajo la falda. Andrea se removió un poco incómoda.
- ¿Qué pasa, no te gusta?
- No es eso, es que es un poco raro todo esto. - contestó Andrea, sonriendole.
- Pero si es todo juego, mujer, es para divertirnos - dijo Ricardo, con la mano acariciando arriba y abajo del muslo, cada vez un poco más arriba - es una manera de integrarnos bien todos en el grupo, como una familia, y así luego ser más eficientes en el trabajo.
Andrea miró al resto del grupo y vió como todas estaban sentadas sobre las rodillas, ya con la mano de su pareja moviendose bajo sus faldas. Se relajó un poco al ver la tranquilidad con que estaban, y la cara de placer que tenían todas.
- Ay, sí, pues menuda familia, jajajaja! - rió Andrea, más relajada.
- ¡Sí, una familia con derecho a roce! - Ricardo ya había llegado a rozar las braguitas de Andrea, y empezó a frotar el muslo siguiendo el contorno de la pierna hacia dentro.
- Qué manos más calientes tienes, Ricardo. - dijo Andrea, sintiendo como empezaba a mojarse por dentro.
- Es que soy muy caliente, Andrea. Qué bragas más suaves tienes, ¿son de encaje?
- No, de algodón, ...