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Diario de un escort: Primer gangbang
Fecha: 31/08/2023, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Andrés miró a su alrededor un poco cohibido. Nunca había estado en una habitación de hotel semejante. Era más grande que su propio estudio en un barrio periférico de la ciudad. Una sala de estar con una mesa de comedor, sofás, sillones y una mesa de café decorados de esa forma que indica que hay dinero. Por una de las puertas se intuía la puerta de matrimonio donde Marcos estaba hablando con la señora Ramírez. Así le habían dicho que debía llamarle, señora Martínez incluso en pleno fragor. Andrés se acercó a la puerta acristalada del enorme balcón con vistas impresionantes al mar. En el sofá y los dos sillones estaban sentados Daniel, Ramón, Miguel y Darío hablando relajados. Ninguno bebía alcohol. Al igual que él todos llevaban la misma ropa. Pantalones chinos y una camisa ajustada negra, el uniforme. Darío lo miró y se rió. - Tranquilo Andrés tío, al menos, esta está buena. Andrés asintió. No era su primera clienta. Pero sí la primera que pedía sexo en grupo. Andrés había experimentado sexo con dos mujeres pero nunca con más de un tío. En las sesiones preparatorias, Marcos le había puesto en antecedentes. No habría nada gay si no estaba acordado de antes y siempre que él estuviera de acuerdo. Sino no le llamarían. Pero había grados, la clienta podía pedir algo que llevará a roces o incluso frotting. Este era el caso. Mrs Mackenzie había pedido explícitamente chicos que no les importara que sus miembros se tocaran o que uno tuviera que tocar el del otro. Pero se pagaba ...
... mucho mejor y Andrés necesitaba el dinero. Andrés llevaba casi un año viviendo en la ciudad. A los 22 años se había marchado de su casa donde no soportaba a su padre, un viudo alcoholizado. Una serie de trabajos de camarero le habían llevado a malvivir en pisos compartidos hasta que conoció a Marcos. El único vicio de Andrés era ir al gimnasio donde dedicaba dos horas diarias para tener un cuerpo esculpido y músculos definidos sin llegar a ser excesivos. Tenía el plan básico en uno casi de lujo pero que ofrecía tarifas asequibles fuera de las horas puntas. Su culto al cuerpo le hacía más atractivo. Andrés era guapo de cara, con el pelo negro y unos ojos verdes claros. Lo sabía. En el pueblo no había tenido problemas con las chicas. Bueno por lo menos hasta el momento de follar. El otro problema de Andrés, aunque pudiera parecer irónico era que el tamaño de su miembro. 24 centímetros erecto y con el grosor medio. Andrés sabía todos los mitos del macropene pero la verdad es que era incómodo a la hora de la penetración. Verónica, una monitora del gimnasio, no parecía tener ninguno de esos problemas. Habían conectado rápido y protagonizado más de una tórrida noche de sexo salvaje en las que Verónica se había vuelto loca. Había sido ella quien la había puesto en contacto con Marcos y su nueva vida. Marcos era el propietario de una agencia de escorts, o prostitución de lujo. Dedicada a clientes de alto standing, ofrecía servicios para hombres y mujeres. Todo de calidad ...