1. La mujer de mi hermano


    Fecha: 05/09/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Sophia, Fuente: CuentoRelatos

    ... desconcentro, volví a repetirle:
    
    “Te he ofendido, discúlpame”
    
    Dándome un leve beso en los labios, me contestó:
    
    “No tengo nada contigo, todo lo contrario, lo disfruté muchísimo, pero quiero irme”
    
    No entendía bien esa extraña actuación, pero no seguí insistiendo, le pedí un taxi, y dándome un nuevo beso, me abrazo y se fue.
    
    Dejé pasar ese momento, y a pesar de que no dejaba de intrigarme ese comportamiento, terminé olvidándolo. Dos días después, regresó mi hermano, que a pesar de lo sucedido con su esposa, no sentía remordimiento.
    
    No solo me atraía mi cuñadita sino que la quería verdaderamente, así que la encaré para aclarar su ida de mi departamento, tan inesperada. Aquel domingo nos reunimos en casa de mis padres, era algo difícil hablar en ese día, con todos los presentes, pero no quería pasar más tiempo sin saberlo, así que propuse traer helado y la obligué a Flor que me acompañase.
    
    Sin tardar nada, una vez en el auto le dije que me explicase su ida de mi casa. Se mantuvo un rato callada, pero insistí hasta que comenzó a contar
    
    “Recuerdas el día que me tocaste el culo, y después pusiste tu mano en mi pierna?”
    
    “Si recuerdo, que paso?”
    
    “Bueno me es difícil de decir, pero… sentí algo”
    
    “Que algo?”
    
    “Como un escalofrió”
    
    “Te excito esa caricia?” No tardó en que sus mejillas se enrojecían,
    
    En realidad me quedé sin palabras, no era el momento no sabía que decir, me daban ganas de besarla y sacarle la ropa, pero solo atiné a estacionar en la ...
    ... calzada, tratando de aclarar ese intríngulis.
    
    :”Y porque te fuiste de mi casa?”
    
    “Me asuste”
    
    “De que te asustaste?”
    
    “Es que nunca sentí algo así, me encanto, pero a su vez temí que me estaba haciendo… “
    
    “Lesbiana” le completo la frase
    
    “Bueno si, algo así, por tu hermano, yo creo que…”
    
    “No nos etiquetemos tu eres Flor y yo Mariela. Ok?”
    
    Sin saber bien que decirme, y ese balbuceo algo infantil, y su rostro tan cándido, no pude contenerme y la bese, prendiéndose de una manera enardecida, en escasos segundos parecía una gata en celo, y a pesar de estar en el auto en pleno día, mi mano se metió entre sus piernas en búsqueda de su vagina, incrustándolos en su raja, sin dejar de besarnos, hasta que la lleve a un estado de suma excitación, haciéndola venir con todo.
    
    Conclusión, quedamos en encontrarnos en casa el martes.
    
    Esa tarde la esperaba, así que me puse una bata, y solo mis bragas, estaba nerviosa, la deseaba, sin tener claro que le haría, pero no se me escaparía, eso estaba segura, Cuando el sonido del timbre disipó mis pensamientos, al abrirle, la vi como una chiquilla tímida, la hice pasar, cerré con llave y la guarde, y apenas la tuve cerca, y sin hablarnos, levanté sus brazos tomándolas de las muñecas, implantándole un fuerte beso, donde nuestras lenguas se entrelazaban ávidamente,
    
    Sin dejar de besuquearnos, fui desabrochando su blusa hasta abrirla, levantando su sostén, surgiendo sus apetitosas tetas, que emanaban un dulce olor a perfume, ...
«12...456...»