1. Dominada por mi ginecólogo


    Fecha: 05/09/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sobresaltándome. Me di la vuelta y le encontré allí en medio, parado, recorriendo cada centímetro de mi piel expuesta. Mis pezones se activaron ante tal exhaustiva revisión ocular y él volvió a sonreír—. Ven hasta aquí Aroa. —Me daba muchísima vergüenza caminar desnuda hasta él, pero no me quedaba más remedio. Avancé notando el bamboleo de mis pechos, como sus pupilas se clavaban en mis pezones y ellos se alzaban en respuesta.
    
    Tenía unas aureolas anchas que siempre me habían acomplejado un poco, al igual que mis labios inferiores que sobresalían de mi sexo depilado. Mi marido decía que tenía un cuerpo generoso para ser follado, pero a mí no me parecía así.
    
    El doctor me sacaba una cabeza con los tacones puestos, en cuanto me tuvo a un paso de distancia sus manos amasaron mis pechos, las palmas estaban calientes.
    
    —No te asustes, voy a explorarlas bien. —Tragué con fuerza, su toque me estaba excitando, el pensar que yo estaba completamente expuesta y él vestido, sobándome de aquel modo me humedeció. Sus dedos volaron a mis pezones y los pellizcó arrancándome un gemido de sorpresa y placer —. Shhhhhh, tranquila es solo para ver la sensibilidad, ¿qué sientes cuando hago esto? —Notaba el sudor cayendo por mi espalda cuando los retorció con fuerza.
    
    —Aaaaaahhhh —suspiré.
    
    —¿Dolor? ¿Placer? ¿Ambas?
    
    —A-ambas —murmuré. Entonces tiró con fuerza y volví quejarme.
    
    —¿Y ahora?
    
    —Ambas —volví a repetir. Me agarró un pecho con fuerza y se puso a golpearlo con el ...
    ... índice y el pulgar. Mi sexo se anegaba, no podía estar más excitada. Me mordí el labio inferior.
    
    —¿Esto te gusta? —Asentí sin poder contenerme. Él las soltó y sentí la pérdida de inmediato. ¿Qué me pasaba? Estaba segura que lo que me hacía no era normal, pero deseaba que no terminara nunca. Sin despegarse recorrió mi abdomen con la mano hasta legar a mi sexo para agarrar mis labios inferiores y tirar de ellos. Suspiré con fuerza— ¿Te molestan? Sobresalen mucho, si te incomodan hay una operación para recortarlos.
    
    —No-no me molestan. —La humedad resbalaba por ellos impregnando los dedos del médico. Acarició abiertamente mi sexo introduciendo un dedo en él.
    
    —Veo que lubricas bien, necesito hacer una prueba visual y de sabor.
    
    —¿Cómo? —Se arrodilló apoyando la nariz en mi sexo e inspirando profundamente. Me quería morir.
    
    —Huele bien, separa los muslos —obedecí sin plantearme siquiera no hacerlo—. Estás muy mojada —observó introduciendo sin dificultad dos de sus dedos. Separé más las piernas para facilitarle el acceso. Él sacó la lengua y se puso a saborear mi sexo mientras me follaba con las manos.
    
    —Aaaaaaahhhhh —grité apoyando mi mano sobre su sedoso pelo.
    
    —No me toques Aroa, no te he dado permiso para hacerlo. —Saqué las manos al instante y él siguió devorándome el coño. Mi marido no me lo comía así de bien, con esa devoción. Noté otro dedo metiéndose en mi interior, su lengua se enroscó en mi clítoris incrementando mi necesidad.
    
    Gemía abiertamente, estaba ...
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