1. Dominada por mi ginecólogo


    Fecha: 05/09/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mareada, embriagada de excitación cuando el cuarto dedo empujó seguido del quinto. Esa siempre había sido una de mis fantasías, que me follaran metiéndome la mano al completo.
    
    —Eso es Aroa, ábrete a mí, déjame entrar —. Se estaba enterrando lasta la muñeca y yo estaba al borde del orgasmo cuando se detuvo y sacó todos los dedos para lamerlos uno a uno frente a mis ojos. Iba a suplicarle que me dejara correrme pero me contuve.
    
    —Lo has hecho muy bien ahora siéntate en la silla de obstetricia con el culo bien abajo y los pies en los estribos. Con mi sexo latiendo al borde del orgasmo me subí como pude—. Tienes un coño muy goloso —dijo atándome los pies y las manos con unas correas de cuero. No sabía que decir. Después vi que cogía una especie de succionadores transparentes y los conectaba a una máquina. Dos eran muy grandes y otro pequeño.
    
    Los grandes los colocó sobre mis pezones y el pequeño sobre mi clítoris.
    
    —¿Qué es eso? —pregunté intrigada.
    
    —Ahora lo verás, vamos a ponerte a prueba zorrita. —le miré con los ojos muy abiertos por el apelativo. El doctor encendió el interruptor y la máquina empezó a sorber, como si quisiera engullir esas partes e mi anatomía. Chillé más por la impresión que por el dolor. El doctor sacó un móvil de su bata y comenzó a tomarme fotografías.
    
    —¿Qué hace? —inquirí.
    
    —A partir de hoy serás mi puta y si no lo haces me encargaré de mandar fotos y videos a tu querido marido de lo guarra que es su mujer. —Solté un ruego.
    
    —No ...
    ... por favor.
    
    —Si no quieres que le llegue nada es fácil, solo deberás obedecer, tengo tu dirección y todos tus datos, con un solo clic, tu querido maridito sabrá lo guarra que eres, así que vas a convertirte en mi esclava y obedecerás ciegamente todos mis mandatos. Ahora mismo voy a grabarte y quiero que digas a cámara que vas a ser mi puta voluntariamente, o ya sabes lo que ocurrirá. —Los ojos me escocían. ¿qué había hecho?—. Vamos habla puta, cuéntale a la cámara lo que querías decirle.
    
    —Yo-yo, soy tu puta, quiero ser tu putaaaaaaaaaahhhhh. —Acababa de subir la potencia del succionador.
    
    —Eso es y ahora te voy a follar pero no tienes permiso para correrte —Le vi agarrando una especie de espéculo y abriéndome la vagina al máximo para apuntar con la cámara. Aullé de placer y dolor al mismo tiempo. Se desabrochó los pantalones, se bajó los calzoncillos y se introdujo en mí sin quitarme el aparato, que al ser de abertura lateral se lo permitía.
    
    Grité por la fuerza y la brutalidad que empleaba, pero aun así me gustaba, y mucho, lubricaba como nunca sintiéndole perforarme al máximo.
    
    —Me –me voy a correr —le advertí.
    
    —No puta, no tienes permiso. —Siguió embistiéndome y yo aguantándome las ganas de dejarme ir, cuando tuvo suficiente se subió a la silla y pude ver su miembro descomunal—. Hay pocas mujeres a las que me pueda tirar debido a mi tamaño, pero tú tienes la vagina perfecta, vamos a ver qué tal tienes la boca.
    
    Mi boca era ancha, pero no creía ser capaz de ...
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