1. Ana: Un día más en el trabajo


    Fecha: 07/09/2023, Categorías: Infidelidad Autor: dmmexico, Fuente: CuentoRelatos

    ... contacto con el pubis de él, y su duro palo estaba clavado profundamente en ella, quien hacia un movimiento circular al tiempo de que no dejaba escapar un centímetro del miembro masculino que la estaba volviendo loca.
    
    El ritmo de Ana tenía loco al afroamericano, quien en ese momento era un simple dildo estático enterrado a fondo en la hambrienta vulva de la anfitriona del restaurante, ella siguió su cabalgata y en un momento volvió a sentir las descargas eléctricas del orgasmo que comenzaba a gestarse poderosamente en su vagina, y clítoris. Bajó sus manos y las posó en los poderosos pectorales de él, quien mientras ella hacia sus movimientos pélvicos circulares inició un meter y sacar fuerte y constante, Ana se vino a gritos, él apretó sus duros pezones, y por poco estalla en un llanto de felicidad y plenitud cuando este orgasmo superaba en intensidad al que su amante ya le había dado con la lengua, cerró las piernas a los costados de él, y trató de alargar la sensación de su poderoso palo abriendo su vagina y el roce del vello de él sobre su clítoris, una vez más, el líquido blanquecino escapó de su cuerpo, mojando la verga y las bolas del varón que sonrió una vez más al ver como la mujer estaba en el séptimo cielo viniéndose sobre él y gritando desaforadamente.
    
    Ana se dejó caer de bruces sobre el cuerpo poderoso de Rod, quien acarició sus nalgas, y acaricio su espalda, ella ya había tenido dos poderosísimos orgasmos y él aun no concluía. Dejó que la mujer reposara a ...
    ... unos tres minutos en su torso, y la besó, siguió sus caricias, insertó su dedo índice en el ano de Ana, y acarició sus tetas con la otra mano.
    
    Tras cinco minutos de dedear la parte posterior de Ana, y acariciar su pecho y espalda, él se escurrió a un lado de ella, se incorporó y sobre sus rodillas, tomó las caderas de la hostess mexicana, poniéndola de perrito, y procedió a ubicar su pene en la entrada de su placentera vulva, ella le pidió que fuera gentil “la tienes muy grande, despacito, me va a lastimar en esta posición”, él asintió “lo haré despacio” afirmó, y empujó su falo dentro de Ana, comenzó con todo cuidado, despacio, centímetro a centímetro. Ana hacia bizcos y se mordía los labios, era ¡enorme! Y no había perdido nada de su dureza a pesar de que tenían fácilmente 40 minutos de sexo frenético. La penetró completamente, y comenzó a ir hacia adelante y atrás, primero un ritmo semi-lento, pero conforme avanzaba el frente de los muslos de él comenzó a golpear fuertemente contra la parte posterior de los muslos y nalgas de ella, y entre más tiempo pasaba él arremetía más fuerte y el golpeteo era ya doloroso para ella, pero al mismo tiempo increíblemente exquisito.
    
    Ella bajó la cabeza y el torso, dejando su parte posterior arriba, y su culo empinado para que él hiciera de ella lo que él quisiera, sus poderosos embates eran ahora acompañados de su enorme dedo pulgar hurgando dentro de su puerta trasera, su dedo era grueso, y su diámetro semejaba a otro pene por lo ...