1. Costa oeste, de Los Angeles a Las Vegas


    Fecha: 07/09/2023, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... el negro se cambió el condón (muy atento por su parte) y se la metió a mi mujer agarrándola por los tobillos y manteniendo sus piernas completamente abiertas. Sus tetas rebotaban con la dureza de sus empujes, y ella se moría de gusto.
    
    El chico empezó a follarme desde el prinicipio con fuerza, pues ya tenía todo el camino allanado. El cambió no le debió sentar bien, pues se corrió al poco rato. Se levantó y se fue al baño.
    
    Yo, lejos de quedarme mirando, le dije a Anna que se sentará encima del negro.
    
    Dicho y echo, el chico se tumbó, y Anna hizo lo propio, dejándome su culo a mi placer.
    
    Se la metí con delicadeza hasta el fondo, y empezé a empujar levemente. Sus gritos se oian hasta el gran canyon.
    
    No tardé mucho en correrme, y el negro seguía empujando. Anna estaba muerta de gusto y de cansanció. Menudo aguante tenía el cabrón.
    
    Se levantó, y antes que le negro se diera cuenta ya la tenía metida dentro de mi culo.
    
    Empezé a moverme lentamente, haciendo pequeños circulos cuando su polla estaba toda dentro de mi.
    
    El tio empezó a susurrar: en la boca en la boca....
    
    Nos pusimos mi mujer y yo a chupársela, hasta que se la soltó en la cara a mi mujer.
    
    Caímos los dos muertos de gustos, y ellos dos, después de cobrar se fueron por la puerta donde nos habían llamado antes.
    
    Nosotros nos duchamos, vestimos, y nos subímos al coche, que estaba en el pasillo interior.
    
    Eran las nueve de la mañana. Llegámos a nuestro hotel, y no pudimos evitar que la ...
    ... gente girara la cabeza al vernos llegar. Sobretodo Anna, que se había olvidado el sujetador, no sabía donde, y al ir con una blusa tranparente, se le veían todo.
    
    El vigilante de seguridad, nos paro al entrar a los ascensores, creo que sólo para recrearse con las tetas de Anna.
    
    Lo mejor del caso, es que como tenía harina, nos dimos otra ducha en la habitación, nos volvímos a vestir, esta vez para ir a la piscina, y con todo el morado, bajámos a desayunar.
    
    Anna seguía siendo el centro de atención, pues esta vez iba en pareo, con un diminuto sujetador, que justo le cubria el pezón y un tanga, que al ser el pareo blanco transparente y el bikini negro, se le adivinaba el culo perfectamente.
    
    Era divertido ver mujeres mirando mal a sus maridos al ver que se quedaban atontados mirando a Anna.
    
    Aun tuvímos valor de sentarnos en una mesa, y estar una hora larga jugando al póker.
    
    Después nos fuimos a la piscina. Cogímos una cama balinesa cubierta con toldos, y a la sombra, en bañador, y emadurnados en aceite, alcohol y drogas nos quedamos dormidos un rato muy largo.
    
    Cuando desperté, eran las dos del mediodia, Anna estaba hablándo con dos chicos en la barra del bar de la terraza. Tenían un cachondeo los tres, y no quise interrumpirlos.
    
    Anna se acercó, y me dijo:
    
    -estás cansado? Te importa que vaya con ellos a su habitación?
    
    Me quedé bastante parado de la pregunta, pero asentí con la cabeza. No es que me molestara que se fuera con ellos, me molestaba que no me ...