1. Costa oeste, de Los Angeles a Las Vegas


    Fecha: 07/09/2023, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... negra hasta casi la cintura, unos pechos enormes, y unos impresionantes ojos verdes. Por no hablar de su polla, que va con el conjunto: espectacular.
    
    Anna se levantó y le dio dos besos.
    
    Yo hice lo propio, y la invitamos a sentarse.
    
    En menos de diez segundos le sirvieron una copa de Champagne, a mi cuenta por descontado.
    
    -sabes Isa, mi marido es un gran admirador tuyo-le dijo Anna con una sincerdiad que hizo que me pusiera un pelín rojo.
    
    Las dos se rieron, más mi mujer seguramente.
    
    -muchas grácias, me siento muy alagada.
    
    No me dió la sensación de que a Isa le extrañase que mi mujer le hablase tan abiertamente.
    
    -os apetece un baile privado?-nos preguntó.
    
    -si, el problema es que seguramente nos apetecerá más-contestó Anna, seria, para que quedasen claras nuestras intenciones.
    
    -empezemos por el principio-dijo Isa con una amplia sonrisa en su cara. Que guapa es la tia...
    
    Nos levantamos los tres, y nos fuimos a uno de las salitas.
    
    Mientras entrábamos, uno de los camareros nos advirtió de las normas. No la podemos tocar. A menos que ella quiera supongo. Pero no tocar, ni besar.
    
    Vamos, la idea es que te sientas, y ella se refriega un poco contigo mientras baila.
    
    Pero cuando sono la música, Isa empezó a moverse. Sus inigualables curvas parecen infinias, ipnotizantes. Anna y yo nos quedamos embobados desde el primer segundo.
    
    Isa se arrodilló, sin sujetador. Pasando sus pechos por mi cuerpo, paquete incluido, me dio un beso en la ...
    ... barbilla.
    
    Anna sentada a mi lado, me paso la mano por el paquete, para ver si estaba empalmado. Y vaya si lo estaba. Isa sonreía y no dejaba de frotar sus pechos contra mi polla, que iba a reventar el pantalón.
    
    Anna empezó a tocarse, primero disimuladamente, al final, abrió las piernas. Isa se fue hacía ella, y le hizo lo mismo que hacía conmigo. Pero a ella si le beso en la boca, y menudo morreo se pegaron. Isa fue descendiendo y le paso la lengua por su coño, por encima de la braguita.
    
    -puedo? -le preguntó a mi mujer, que asintió rapidamente con la cabeza.
    
    Isa le apartó el tanga, y con su lengua, y un precioso pearcing en la punta, se dedicó a jugar con su clitoris. Durante un buen rato, hasta que Anna, con su mano en mi paquete, se corrió de gusto.
    
    La travestí se levantó, y esta vez, me plantó un señor morreo, con el sabor de la corrida de mi mujer en la boca.
    
    -aquí no podemos follar-dijo Isa, poniéndose de pie-pueden entran en cualquier momento, sin llamar.
    
    Anna se acercó, y le puso una mano en el hilo del tanga. Isa se lo quitó, y dejo a la vista su preciosa polla, ahora muy pequeñita.
    
    Se acercó a los dos, que rapidamente nos pusimos de lado, uno enfrente del otro.
    
    Anna empezó a lamer su capullo, y yo sus huevos. Entonces me la pasó y me la metí entera en la boca. Isa nos miraba con una sonrisa de oreja a oreja.
    
    Le comímos la polla a dos bocas, hasta que se corrió delante nuestro. Todo su cuerpo se convulsionaba, incluso su cara de diva, en aquel ...
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