1. LOS BAÑOS DEL INSTITUTO (2)


    Fecha: 11/09/2023, Categorías: Bisexuales Autor: er diablo, Fuente: RelatosEróticos

    LOS BAÑOS DEL INSTITUTO II
    
    Marimar y yo llevábamos cosa de tres meses echando polvos a escondidas en los baños del Instituto. A nuestros 18 años corridos éramos, junto con nuestro amigo Jose, los “veteranos” del centro tras haber repetido algún que otro curso. A consecuencia de nuestros encuentros furtivos habíamos dejado un poco de lado a nuestro compañero de pellas, y en un momento dado decidimos contarle lo que nos traíamos entre manos. Total, empezaba a sospechar algo, y había confianza.
    
    -Pero, entonces... ¿os ponéis a follar aquí en el instituto? ¿Y si os ligan?
    
    -Tenemos cuidado.
    
    -Joder...
    
    -Tú no cuentes nada.
    
    -No, no, tranquilos.
    
    Desde aquel día me pareció notar que Jose miraba a Marimar con otros ojos. No era lo que se dice una princesita: vestía como un chico, llevaba el pelo muy corto, y apenas tenía pecho, pero tenía un culazo ancho y un poco gordo, y al amigo Jose se le empezaban a ir los ojos hacia él, como si se acabase de dar cuenta de repente de que Marimar era una chica. Al poco empezó a preguntarme cuando ella no estaba delante.
    
    “Pero, entonces, ¿cómo es eso de follar?”
    
    “¿Y te la chupa?”
    
    “¿Y cómo lo tiene?”
    
    Yo le contaba todo, con lujo de detalles. Le explicaba cómo temblaban las nalgas de ella al ritmo de mis embestidas cuando la follaba a cuatro patas. Le hablaba del sabor como a marisco de su chocho jugoso y cubierto de rizos rubios. Le refería cómo ella se ponía roja cuando se corría y cómo se le empapaba tanto la almeja ...
    ... que me mojaba las pelotas y regueros de flujo le caían piernas abajo. Le decía cómo me sentía cuando la veía tragarse mi polla hasta las pelotas y ella me clavaba esos grandes ojazos azules y su baba me resbalaba por el rabo. Él me escuchaba con la boca abierta y los ojos brillantes. A veces no podía evitar relamerse brevemente al escuchar mis historias. “Qué envidia, tío”, me decía en voz baja.
    
    Un día Marimar me comentó que Jose la trataba de forma diferente que antes. Yo le dije que me preguntaba los detalles de nuestros encuentros.
    
    -Me da penilla-le dije-Está muerto de envidia el hombre. No se ha estrenado todavía.
    
    -Podíamos decirle que viniera un día al baño con nosotros...
    
    A mí la idea en principio me chocaba, pero después de todo entre Marimar y yo no había nada romántico, y los tres siempre habíamos hecho bastantes gamberradas juntos. ¿Por qué no probar? Podía mirar cómo lo hacíamos, y alguna vez podía follársela él y ser yo el que mirase. O esa idea tenía yo.
    
    Así que se lo propusimos. Se puso muy contento, solo le faltaba dar saltos. Le explicamos que cuando ella venía en falda a clase es que tenía ganas de guerra, y que aprovechando un cambio de clase o la salida al recreo ella se metía en el baño de chicas de la tercera planta y yo la seguía un par de minutos después, cuidando que no me viera nadie. Un par de minutos después de ir yo, él debía seguirme a mí.
    
    Pasaron tres días hasta que Marimar apareció en falda, y pusimos el plan en marcha. Me reuní ...
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