-
¡Olvidé mi panti en su habitación!
Fecha: 12/09/2023, Categorías: Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
Lariza, es una mujer muy coqueta y por ahí algunas personas que se le han escapado algunas palabras la han señalado como una chica promiscua y algunas han dicho que es una típica trepadora. Ella de vez en cuando trabaja para la compañía de mi hermana, pues su hermana mayor es una de las mejores vendedoras de bienes raíces de su compañía y Lariza no se ha hecho de un puesto, pues parece que es un tanto irresponsable. Definitivamente sé que a esta chica no tiene que hacer mucho para atraer a cualquier macho, pues tiene un cuerpo espectacular donde le sobresale todo: Un rostro angelical, unos pechos que parecen dos medianos melones y un trasero de ensueño. La única vez que la he visto en traje de baño, realmente tiene una cintura como sí se la hubiese mandado a hacer. Pensé… es por eso por lo que le tienen envidia. La verdad que con el tiempo me di cuenta de lo que hablaban los demás en relación con esta chica. Mi hermana todos los años para el final del mes de octubre hace una fiesta para todos los empleados. Si no hace frío, algunos se meten a la piscina, hay música y comida… y por supuesto, mucha bebida. Ese día me estaba tomando unos tragos a solas mientras divisaba a todos, unas sesenta personas en el patio de mi casa desde la terraza de mi habitación. Desde abajo escucho que me dice: Don Antonio, ¿no me invita a un trago? La invité a que subiera y le indiqué desde arriba como llegar a mi habitación. Yo estaba con un pantalón deportivo y con una camiseta ...
... desmangada. Ella estaba con una minifalda blanca, una blusa color fucsia que la hacía ver juvenil y llevaba unas sandalias de cuero. La encontré subiendo las gradas, pues en el segundo nivel hay seis habitaciones. Me dio los cumplidos de rigor con referente a mi casa y pude ver esas bonitas piernas pues la dejé ir por delante de mí las últimas gradas donde nos habíamos encontrado. Entró a la habitación y le pregunté qué es lo que deseaba tomar. Esa tarde ya me había tomado cuatro whiskeys y le serví uno doble a Lariza. Creo que ella ya se había tomado un par de cervezas, pues la miré bastante entonada con los primeros sorbos al trago. Hablamos un poco de cosas triviales, pero luego pasó a lo que le caracteriza y por lo que ella es bien conocida. -Usted debe hacer mucho ejercicio… tiene buena tonalidad en sus músculos. Se le mira muy imponente con esos pectorales bien desarrollados. Don Antonio, ¿qué edad tiene? -Ya soy un hombre de edad… voy a cumplir 50. -le dije. -¡Increíble! Se mira usted tan joven que le juro que le iba a decir 40. -Tú no pasas de los 20. -le dije. -Tengo 25. – me respondió. La verdad que olvidaba que ese mismo año había asistido a su cumpleaños 21 y no me recordaba pues solo fui por unos 20 minutos. Estaba contemplando mi trago y también las bonitas piernas que esta mujer tiene, pues estaba sentada en el sofá con las piernas cruzadas y me hablaba de lo decorada de mi habitación y de repente me dijo: -¿Cómo me gustaría relajarme en esa ...